OBERÁ. Un gran porcentaje de los obereños tuvo su peor e indeseado regalo de navidad: la falta de agua, una problemática que se profundiza y genera bronca e indignación en los socios de la Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá (CELO), prestataria del servicio.En lo que va de estos dos últimos meses del año, la mayoría de los sectores de la ciudad se quedaron sin agua, en algunos casos hasta dos semanas, algo difícil de creer, pero real.En los hogares donde el sufrimiento es mayor y la situación se torna insoportable es indudablemente donde hay chicos. “La verdad es que se sufre y mucho sin agua. El tema de la higiene es fundamental, es decir para bañarlos, realizar la limpieza de las mamaderas, que a cada rato se ensucian, y no podés ni siquiera lavarles las manos a tus hijos”, describió Ana, quien tiene dos bebés de cinco meses y dos años, respectivamente.Indignada la mujer relató a este diario que su nena de cinco meses “está en estos momentos con una reacción alérgica por el calor y porque los baños a veces no pueden ser diarios”. Además agregó que “lavar la ropa es también un problema, hay semanas en que pasan más de dos días que no hay agua, y por lo tanto no se puede lavar, y el baño ni hablar. Creo que los obereños somos muy pasivos”, añadió.Problema graveLiliana hace más de cuatro años que vive en el barrio Schuster y considera que “el problema del agua es grave, cada vez peor. Con el tiempo los vecinos nos fuimos acostumbrando a la idea de guardar agua en tachos y botellas para cuando se corta porque sabemos que la geografía nos juega una mala pasada ya que estamos en un lugar alto de la ciudad y cuesta días recuperar la presión.Muchas veces se corta el servicio, después vuelve, pero sin la fuerza para subir al tanque por lo que hay que acarrear con baldes y más de una vez nos quedamos sin una sola gota porque la reserva aguanta unos días, pero si el corte es prolongado se termina y lo que hacemos es repartirnos en la casa de los familiares porque con el calor que hace no tenés agua ni para lavarte las manos”, graficó. “La verdad no sé cuál sería la solución, pero algo van a tener que hacer, estamos rodeados de arroyos, vivimos sobre el acuífero, pero las canillas más de la mitad del mes están secas, es desesperante porque nadie puede asegurarte cuando vuelve el servicio”, expresó.El miércoles pasado el convencional constituyente de esta ciudad, Rafael Pereyra Pigerl presentó una acción de amparo con solicitud de medida cautelar para proteger la salud de la población, hasta el cierre de esta edición no había resolución judicial al respecto.“Más de una vez pensé en vender mi casa o cambiarla por otra en otro barrio donde haya agua. Cuando empieza el calor también empieza nuestro sufrimiento con el agua. A veces pasan dos, tres y más días sin que venga el servicio y el tanque no aguanta, en casa somos cinco y es difícil vivir así porque para todo necesitás agua. Yo tengo tres tanques de 200 litros donde guardo agua de lluvia para lavar la ropa y limpiar la casa, en el barrio ya se hicieron reuniones, se juntaron firmas, pero nadie se toma en serio la situación porque las respuestas no llegan, no se hace nada”, opinó Marta.Sin embargo “cuando llegan las boletas el consumo no baja, se paga lo mismo aunque durante la mitad del mes no hubo agua, ese es otro tema, nos están cobrando un servicio que no nos dan. Ahora en vacaciones mis chicos están de paseo obligado por la falta de agua, están con la abuela que tiene pozo y por lo menos se pueden bañar tranquilos sin pensar que se termina el agua”, criticó.En las zonas más altas de la ciudad el inconveniente es mayor, porque allí antes de que los vecinos reciban el agua, después de un corte, ya se produce otra interrupción y eso amplía la cantidad de días sin servicio, que en algunos casos, como en parte de Villa Ruff en diciembre fueron de quince días a un mes. “La situación es terrible y desesperante, te levantás a la mañana y no hay una gota de agua volvés a la noche y ocurre los mismo, a tal punto que tenés que depender de bidones de agua que traes de la casa de familiares o amigos para poder bañarte, realizar la higiene básica del hogar y consumir. La situación es insostenible”, apuntó un damnificado.Comisión de seguimientoDesde la Cooperativa reconocen el problema, que se da por la falta de inversión en el servicio y tratan de amortiguar el impacto, pidiendo “compresión y solidaridad” a la población. Asimismo ayer estaba prevista una manifestación de vecinos, pero no se realizó porque a la hora de la concentración la lluvia era intensa en la ciudad.Ayer un nuevo comunicado de la CELO informó que la entidad junto a las instituciones de Oberá, “están preocupadas por la problemática de falta de agua. Por tal motivo, conformarán una Comisión de apoyo y seguimiento de la emergencia hídrica.





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