La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) comenzó a delinear una normativa inédita con el objetivo de poner un freno a determinadas maniobras que se vienen repitiendo en el fútbol formativo. La iniciativa apunta a que los futbolistas que abandonen el país amparados en la patria potestad dejen de ser convocados a las selecciones juveniles, una decisión que ya genera consenso dentro del ámbito dirigencial.
El impulso de la medida surgió a partir del caso que tuvo como protagonista a River Plate, que perdió a una de las joyas de su cantera, Lucas Scarlato, tras su salida al exterior mediante la intervención de su representante, Martín Guastadisegno. El accionar fue considerado abusivo por distintos sectores del fútbol argentino y encendió las alarmas en la AFA.
Ante este escenario, la casa madre del fútbol nacional decidió avanzar en la creación de un marco reglamentario más claro, que permita proteger tanto a los clubes formadores como a los propios juveniles. La preocupación central pasa por evitar que los procesos de desarrollo se vean interrumpidos por salidas prematuras que no contemplan el crecimiento deportivo ni institucional de los jugadores.
Si bien la normativa aún se encuentra en etapa de elaboración, desde AFA reconocen que la intención es sentar un precedente y desalentar prácticas que afectan la estructura del fútbol juvenil argentino. La medida, aseguran, no busca castigar a los futbolistas, sino ordenar un sistema que en los últimos años mostró vacíos legales y situaciones conflictivas.
La descarga de River Plate

El club millonario salió a defender su accionar a través de Gabriel Rodríguez, coordinador general del fútbol formativo, quien desmintió con dureza a la familia del jugador y apuntó contra su agente, Martín Guastadisegno.
En diálogo con DSports Radio, y según pudo recopilar Agencia Noticias Argentinas, Rodríguez rechazó las acusaciones realizadas por la madre del futbolista en redes sociales, donde había denunciado un presunto mal cuidado del juvenil y la posibilidad de que haya jugado lesionado.
“Lo que dijo la madre de Scarlato es una infamia. Jamás Luca jugó lesionado. Yo consideré que el chico no tenía que viajar con nosotros el día de la operación del talón de Aquiles de la madre. Se lo ha tratado bien, era el capitán, nunca tuvimos que tomar ninguna decisión sobre él. Conmigo ha tenido más que mejor diálogo. Esto ha sido una infamia”, sostuvo.
Agregó: “Ya venía el club hablando desde marzo-abril. Aparecen este tipo de situaciones tremendamente desagradables que no tienen explicación válida. Desde marzo estaban en contacto para firmarlo. Inclusive Jorge Brito en persona se acercó y estuvo hablando con el nene. Él le decía que sí, pero la madre se encargaba. El nene quedó sujeto a lo que arreglan su madre y el representante”.
Finalmente, señaló que “a Luca lo tuve de muy chiquito, lo quiero mucho y le deseo lo mejor. Pero lo mejor lo tenía en River. No me pareció justo su actuar. Estos representantes son un problema, un mal necesario en el fútbol”.





