Dra. Marcela Campias – Whatapp: 3764413607
Av. Tambor de Tacuarí 332
Parar para planificar es lo mejor, para poder llevar a cabo un cumplimiento de metas. Poder definir con exactitud qué deseas, planificar con claridad y decisión para saber qué harás. Esto significa hacer espacio para generar lo nuevo, lo mejor.
Seguir recordando para culparnos o seguir enojados, no nos servirá para progresar, pero si buscamos perspectivas diferentes, en qué lugar colocaremos lo nuevo, si tenemos nuestro cerebro lleno de un pasado culposo y negativo nos costará mucho más.
Hacer espacio a todo lo nuevo, dónde lucirá y podrá desarrollarse más, dónde disfrutaré cada logro.
El cerebro funciona como nosotros lo programamos, generando nuevos caminos o dando vueltas sobre lo conocido, y toda transformación es posible. ¡Es Año Nuevo! Proyectemos.
¿Cómo lo haremos? Desintoxicar nuestro cuerpo y también nuestra mente. Aprovechar cada día al máximo, a veces no nos permitimos gozar de esa conexión con nuestro interior y los objetivos de bienestar se alejan con los del “hacer y tener” en un continuo correr.
Desintoxicarnos con jugos verdes no lo es todo, empecemos con claridad, espacio mental, acompañado de ese apetitoso jugo verde. Tener unos minutos de reflexión diaria nos equilibra.
Practicamos la observación de la naturaleza, con música, con el movimiento. Buscar ese espacio donde el latido de nuestro corazón sea percibido y la respiración profunda se vuelva la armonía consciente que necesitamos. La meditación es el método que nos ayuda a equilibrarnos, pero si nuestra mente esta agitada y sentimos que no podemos parar, qué mejor que sentir el agua correr, el contacto de los pies en la tierra, en la arena, en el pasto.
Cerrar unos minutos los ojos y sentir ese mínimo momento que nos entregamos, baja nuestro nivel de cortisol, el aparato digestivo se calma y dices gracias mientras tomas esa infusión tibia de pasiflora y valeriana. Los jugos gástricos actúan permitiendo disolver, disgregar, digerir cada nutriente.
Podés manejar tu biología con tu estilo de pensamiento que determinará tus acciones, controlarse, regularse, no debe ser algo agobiante sino la gracia de elegir cómo deseo estar.
Le doy a mi cuerpo lo que necesita, siempre pensamos que el cuerpo va separado de la mente y es la integridad que cuando sabemos que es real, podemos cuidarla y transformarla para bien con las decisiones correctas.
Mucha actividad física y buena alimentación es correcto, pero ¿qué pasa con mis pensamientos? ¿Cómo los manejo? ¿En qué lugar están mis creencias, mis miedos, mis limitaciones?
No dejar toda culpa en la frase: “es lo que me tocó” o “ya no puedo cambiar a esta edad”. ¡No!
Aprovechemos la energía de este Nuevo Año y hagamos nuestro plan de acción con consciencia, con realidades posibles, metas claras, planifiquemos.
Feliz, feliz día. Te deseo lo que a mí: “fortificar los dones que Dios nos regaló y brillar para que nuestra luz sea camino para otros, y en este dar y recibir del este transitar tomemos buenas decisiones”. ¡A brillar 2026!








