Gabriela Gómez
Especialista en Cromoterapia
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Cada comienzo de año trae promesas, listas y deseos. Pero hay algo que pocas veces nos preguntamos: ¿desde qué energía queremos vivir lo que viene? En un mundo que nos empuja a la velocidad, la productividad y la exigencia constante, detenernos a elegir un color puede parecer un gesto mínimo. Sin embargo, desde la cromoterapia, ese gesto es profundamente simbólico.
Para iniciar el 2026, el color que propongo mirar con atención es el naranja. No como tendencia ni como moda, sino como una energía que acompaña procesos de transformación conscientes. El naranja es el punto de encuentro entre la fuerza del rojo y la claridad del amarillo. Es acción con alegría, movimiento con sentido, creatividad con emoción.
Este color trabaja sobre el centro energético vinculado a las emociones, el placer y la creatividad. Nos invita a crear sin culpa, a vincularnos con más calidez y a recuperar el entusiasmo por aquello que hacemos. En tiempos donde el cansancio emocional se vuelve cotidiano, el naranja no exige: impulsa. No empuja: acompaña.
Elegir el naranja para comenzar el año es permitirnos habitar el deseo, conectar con la motivación interna y recordar que crear también es una forma de amar. Amor por los proyectos, por los vínculos y por uno mismo. Porque el amor no siempre es suave o silencioso; muchas veces es movimiento, expresión y presencia.
El color no reemplaza decisiones ni cambia realidades por sí solo, pero sí puede convertirse en un ancla cotidiana. Está en lo que vestimos, en los espacios que habitamos, en los alimentos que elegimos y en los objetos que nos rodean. El color comunica, sostiene y recuerda intenciones.
Llamado a la acción
Al comenzar este nuevo año, la invitación es simple y profunda: observá los colores que te rodean y elegí conscientemente con cuál querés caminar el 2026. Sumá el naranja a tu día a día en una prenda, un objeto, una comida o un espacio, y registrá qué emociones se activan, qué ideas aparecen y qué ganas vuelven a despertarse.
Porque cuando elegimos el color con intención, también estamos eligiendo cómo queremos sentirnos, vincularnos y crear. Y a veces, el primer paso hacia un año diferente comienza con algo tan sencillo, y tan poderoso, como animarse a cambiar de color.
¡Feliz 2026 y que este Nuevo Año te encuentre con salud amor y abundancia!








