El Instituto de Previsión Social (IPS) cerró el año con un balance positivo marcado por el fortalecimiento de los controles internos, la ampliación de coberturas en patologías de alto costo y una fuerte impronta solidaria en el acceso a la salud. Así lo expresó su presidente, Lisandro Benmaor, al repasar las principales acciones desarrolladas durante el año y los desafíos que se proyectan para 2026.
“En salud no hay puntos de corte, no hay vacaciones ni fines de semana. Sin embargo, desde lo comunicacional es importante contar qué hicimos a lo largo del año”, señaló Benmaor, al tiempo que destacó como uno de los ejes centrales de la gestión la implementación de un sistema integral de auditorías dentro del organismo.
Entre las medidas más relevantes, se inauguraron oficinas específicas de auditoría farmacológica oncológica -para lo cual se incorporó un médico especialista del laboratorio Raffo-, auditorías de derivaciones fuera de la provincia con doble control, auditoría odontológica y auditoría de medicamentos de alto costo. “Son erogaciones muy significativas para la institución y, por ende, para los afiliados. Por eso es fundamental controlar, auditar y gestionar correctamente estos recursos”, explicó.
Unos 60 nuevos pacientes oncológicos mensuales
Uno de los pilares de la gestión es la cobertura integral de patologías crónicas de alto costo. En el caso de las enfermedades oncológicas, el IPS registra un promedio de entre 60 y 70 nuevos pacientes por mes, alcanzando un universo cercano a los 5.000 afiliados en distintas etapas de tratamiento, que incluyen quimioterapia, radioterapia y cuidados paliativos. “Cada paciente oncológico implica un costo promedio de 10 millones de pesos solo en el primer mes desde el diagnóstico y el inicio del tratamiento”, detalló Benmaor.
A esto se suma la cobertura del 100% en patologías poco frecuentes pero de altísimo costo, como la fibrosis quística y la hemofilia, además de las enfermedades reumatológicas. Durante el año, el IPS también acompañó tratamientos vinculados a trasplantes cardíacos, hepáticos, renales y de córneas.
“Hoy mismo estamos gestionando una medicación para una paciente en Buenos Aires que recibió un trasplante renopancreático, con costos mensuales que superan los 50 o 60 millones de pesos”, indicó.
En ese sentido, el presidente del IPS remarcó el carácter solidario de la obra social: “Los afiliados que están sanos y usan menos el sistema aportan para quienes atraviesan enfermedades graves. De otra manera, estos tratamientos serían imposibles de afrontar: ni vendiendo un auto se pueden pagar”.
Dos clubes para disfrutar
En paralelo al abordaje sanitario, el IPS avanzó en políticas de bienestar e integración social. Este año se habilitó el Club de Candelaria y se prevé la próxima inauguración del Club de Jaureche, espacios pensados tanto para afiliados como para invitados. “Buscamos que sean lugares de encuentro, disfrute y recreación”, explicó Benmaor, quien además destacó los convenios con el Ministerio de Cultura para permitir el ingreso de trabajadores culturales, que brindan espectáculos de música, canto, danza y poesía como contraprestación.
El Club de Candelaria cuenta con más de 19 hectáreas, 18 cabañas, tres piletas, quinchos, canchas de fútbol y un salón de usos múltiples, consolidándose como un espacio recreativo de referencia. A esto se suman las actividades para adultos mayores: durante el año se realizaron cinco “abuelazos” y ya se proyecta para comienzos del próximo año una instancia provincial “que esperamos sea multitudinaria y llena de diversión”, anticipó.
Desafíos
De cara a 2026, el IPS se propone nuevos desafíos. Entre ellos, la puesta en marcha de programas especiales como el Programa de Obesidad, con un fuerte énfasis en la prevención y el tratamiento integral de una patología asociada a múltiples comorbilidades. También se lanzará un programa destinado a la adolescencia, que abordará problemáticas propias de esa etapa de la vida. “Venimos trabajando muy bien en la problemática del suicidio, que si bien afecta especialmente a este grupo etario, no distingue sexo ni edad”, subrayó Benmaor.
Otro de los programas previstos es el de fibromialgia, y además se están montando dos grandes oficinas especializadas: una de audiología y otra de oftalmología, ambas con equipamiento de última generación. “El objetivo es seguir fortaleciendo el acceso a la salud con calidad, equidad y eficiencia”, concluyó el presidente del IPS.
Rama activa: más cercanía con los afiliados
Desde la Dirección de Rama Activa del Instituto de Previsión Social (IPS), Florencia Córdoba destacó una estrategia de trabajo basada en la cercanía y el contacto directo con los afiliados. “Como representantes de la rama activa nos propusimos no esperar que los afiliados vengan a las oficinas, sino salir a los distintos organismos públicos para llevar información útil sobre el uso de la obra social”, explicó.
En esos recorridos, el equipo del IPS brinda detalles sobre las coberturas disponibles y los pasos necesarios para acceder al 100% de cobertura en patologías como cáncer, diabetes e hipertensión.
“Muchas personas desconocen que pueden realizar numerosos trámites por Whatsapp y no necesitan trasladarse hasta las oficinas”, señaló Córdoba, al tiempo que remarcó que esta modalidad permitió un intercambio directo y permanente con los afiliados.
La prevención ocupa un lugar central en estas acciones territoriales. En cada visita se entregan las chequeras de Mujer Sana y Hombre Sano, y se explica cuáles son las prácticas que cuentan con cobertura total y cómo gestionar aquellas que requieren otros pasos. “La prevención es durante todo el año”, subrayó.
En articulación con la rama pasiva, el IPS también impulsa encuentros prejubilatorios, orientados a despejar mitos y dudas frecuentes vinculadas al paso a la jubilación y al uso de la obra social en esa nueva etapa.
Actualmente, las consultas más frecuentes que recibe la rama activa están relacionadas con cáncer de mama, obesidad y salud mental, problemáticas que, según indicó Córdoba, representan grandes desafíos para el sistema de salud.
Abordaje integral de la obesidad
En ese marco, el futuro Programa de Obesidad del IPS tendrá un fuerte enfoque preventivo, teniendo en cuenta que la mayoría de los casos están asociados a hábitos alimentarios inadecuados, aunque también influyen factores genéticos y hormonales. El abordaje será integral, con acompañamiento nutricional, médico, kinesiológico y de salud mental. Además, se evalúa implementar una auditoría específica para medicamentos vinculados a esta patología.
Córdoba precisó que el IPS ya cuenta con cobertura de semaglutida a través de una auditoría farmacológica especial, que evalúa parámetros clínicos específicos antes de autorizar el tratamiento. “Son medicamentos que pueden generar complicaciones a largo plazo y no están indicados para todas las personas”, advirtió.
Finalmente, recordó que en el último Congreso Nacional de Obras Sociales se identificaron tres grandes ejes que demandarán un fuerte incremento del gasto sanitario a largo plazo: la salud mental, la obesidad y el cáncer, áreas en las que el IPS ya comenzó a fortalecer estrategias de abordaje y prevención.






