
En el marco de las celebraciones de fin de año, la Municipalidad de Apóstoles renovó su llamado a la comunidad para celebrar una Navidad responsable y segura, recordando la prohibición vigente del uso de pirotecnia sonora en todo el ámbito de la ciudad. El mensaje apunta a promover festejos basados en el respeto, la empatía y el compromiso social.
La medida se encuentra respaldada por la Ordenanza Municipal N.º 107/22, que prohíbe de manera expresa la tenencia, venta y utilización de pirotecnia de alto impacto sonoro. Desde el Municipio señalaron que la normativa tiene como finalidad principal resguardar la salud y el bienestar de sectores especialmente vulnerables de la población.
Entre los principales grupos protegidos por esta ordenanza se encuentran los niños y niñas, las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) y los animales, quienes sufren de forma directa las consecuencias del ruido extremo que generan los fuegos artificiales sonoros, provocando estrés, ansiedad y, en algunos casos, graves problemas de salud.
A través de un mensaje institucional y un material audiovisual difundido en los últimos días, el Municipio invitó a reflexionar sobre el impacto que tienen ciertas prácticas tradicionales y a repensar las formas de celebrar. En ese sentido, se remarcó que elegir no utilizar pirotecnia sonora constituye “un gesto simple que protege a muchos”.
Desde la comuna destacaron que la alegría de las fiestas no debe estar asociada al ruido ni a acciones que puedan generar sufrimiento en otras personas o animales. Por el contrario, se propuso construir celebraciones donde prime la convivencia pacífica y el respeto por el entorno y por quienes comparten la comunidad.
Asimismo, se recordó que la prohibición alcanza tanto a la comercialización como al uso y la tenencia de este tipo de pirotecnia, por lo que se solicita la colaboración de vecinos y comerciantes para cumplir con lo establecido en la ordenanza vigente.
Finalmente, desde la Municipalidad de Apóstoles se convocó a la ciudadanía a asumir un compromiso colectivo para que las fiestas de Navidad y Año Nuevo se desarrollen de manera segura, inclusiva y consciente, reafirmando que es posible celebrar con alegría sin causar daño y fortaleciendo una cultura de cuidado y respeto mutuo.








