Elena Cacerez Echevarria
Cosmiatra
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La piel es el órgano más extenso que tenemos y es nuestra barrera protectora y también es nuestra carta de presentación frente a los demás, es el reflejo de lo que somos y como estamos internamente, pero es nuestra obligación mantenerla limpia, hidratada y sana. Cualquiera sea la edad que tengas.
Factores genéticos, ambientales (me refiero a productos inadecuados) cambios hormonales, sistema nervioso, exceso de exposición al sol sin los cuidados adecuados, el agua que utilizamos para tratar la piel en los hábitos de higiene.
Enrojecimiento, irritación, tirantez y ardor son algunos signos de piel sensible. Reacciona con mucha rapidez ante cualquier agresión ambiental, frío, calor, aire acondicionado, estufas, etc.
Ante una emoción imprevista enseguida suele sonrojarse notoriamente. Entonces, como los tengo acostumbrados domingo a domingo a través de las páginas de SEXTO SENTIDO, vayamos a las recomendaciones.
Como la piel es un órgano que se regenera constantemente es conveniente comenzar desde la alimentación, alimentos ricos en vitaminas A, B, E y sobre todo la vitamina C. No olvidarse del consumo de agua mineral o filtrada mínimamente 2 litros, además en nuestra provincia donde el calor está presente, el cuerpo nos pide en forma natural.
Comidas picantes y alcohol deben reducirse al mínimo. Busca los espacios secos y frescos porque los lugares húmedos y calientes afectan demasiado.
El cuidado abarca todo el año uso del filtros o pantallas solares siempre. Productos que contengan alcohol en su composición también logra desequilibrarla. Entonces amigos, no queda otra que utilizar productos específicos y nada de comprar a través de las cartillas.
Los productos deben ser de laboratorios médicos y que en su composición deben contener principios activos descongestivos, calmantes, antipruriginoso sin conservantes, ni perfumes.








