Natalia Moyano
Contadora con
corazón de escritora
IG: @marianataliamoyano
Estar solo en Navidad no es la clásica imagen navideña, sin embargo, nos puede pasar, tener una Navidad donde estemos solos, y no tiene por qué ser triste ni solitaria.
La Navidad es mágica porque trae con ella un mensaje de esperanza, de perdón y de amor; y esto es independiente de si estamos con alguien o solos en la mesa.
Navidad solos, es sin duda una Navidad diferente, sin embargo, puede ser una hermosa oportunidad de tener un contacto cercano y profundo con Jesús.
Poner una mesa especial, sentarnos y rezar con el corazón para agradecer cada una de las bendiciones que día a día nos regala.
Es también una oportunidad para estar con nosotros mismos en una paz absoluta, escuchar música navideña y sentir que, aunque solos, estamos acompañados por el amor infinito de nuestras personas queridas que ya partieron.
Distintos pueden ser los motivos por los cuales nos toque una Navidad solos, pero lo importante es ver lo que tenemos y no lo que nos falta.
Si bien en familia y con el ruido de las risas es un encanto especial, también lo puede ser la calma de sentirnos en paz con nosotros mismos, y que Jesús acompaña cada uno de nuestros pasos.
Pasar Navidad solos es también valorar nuestra propia compañía, preparar una cena especial, una mesa decorada, música navideña, y sentir que nos sentamos a la mesa con Jesús.
También es una oportunidad para encontrar a Jesús en diversos lugares, cuando hacemos algo por otras personas, nos olvidamos de nosotros y nos enfocamos en hacer una Navidad más feliz para el que menos tiene.
Cuando vamos a misa, cerramos los ojos y sentimos su presencia.
Cuando caminamos solos, pero sentimos el corazón lleno de su compañía.
Navidad es recibir a Jesús con los brazos abiertos, es aprender a perdonar y perdonarnos.
Navidad es alegría, amor, esperanza, es abrir el corazón y estar abiertos a las bendiciones que nos regala la vida.








