La doctora Eva Giberti, figura clave en la defensa de los derechos de mujeres, niños, niñas y adolescentes en Argentina, falleció hoy dejando un legado institucional y cultural ineludible. Su nombre es sinónimo de lucha contra el abuso sexual infantil y la violencia de género, batallas que libró tanto desde la academia como desde la función pública hasta sus últimos días.
Nacida en 1929, Giberti fue mucho más que una intelectual. Fue una mujer de acción que entendió antes que nadie que el Estado no podía esperar sentado a que las víctimas pidieran ayuda. En 2006, creó a nivel nacional el Programa Las Víctimas Contra Las Violencias, cambiando el paradigma de atención: el Estado debía ir hacia la urgencia.
Esa visión se materializó en la Línea 137, un servicio que no se limita a escuchar, sino que activa brigadas móviles de psicólogos y trabajadores sociales acompañados por policías para intervenir en el momento exacto del conflicto.
Su huella indeleble en Misiones
La relación de Giberti con la Misiones fue estrecha y fundamental. En octubre de 2013, la Provincia se convirtió en una de las primeras jurisdicciones en adoptar e implementar el modelo de la Línea 137 bajo su supervisión directa.
Giberti siempre destacó el compromiso local. En reiteradas visitas y supervisiones técnicas, elogió la capacidad de los equipos misioneros para adaptar el programa a la realidad de la tierra colorada, logrando una articulación única entre la Policía de Misiones y los equipos interdisciplinarios de la Subsecretaría de Relaciones con la Comunidad. Gracias a su aporte, hoy la provincia cuenta con sedes en Posadas, Oberá y Eldorado, y un sistema de Brigadas Móviles que es modelo en el país.
Antes de gestionar la urgencia, Giberti ya había educado a generaciones. En la década del 60, con su célebre columna y programa “Escuela para Padres”, desafió las normas patriarcales de crianza, introduciendo conceptos de psicoanálisis en el lenguaje cotidiano de las familias argentinas.
Como experta en leyes -área que dominaba con la misma solvencia que la psicología-, sus aportes fueron trascendentales para la redacción de la Ley de Adopción y diversas normativas de protección integral. Enseñó a jueces y abogados que un niño no es un objeto de tutela, sino un sujeto de derecho.
Su partida marca el fin de una era, pero no de su obra. Cada vez que una brigada de la Línea 137 asiste a una mujer en un barrio de Posadas o protege a un niño en el interior de la provincia, el rigor y la valentía de Eva Giberti siguen presentes.





