Prof. Paula Vogel
Gimnasia para el Alma.
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Todas las personas sostenemos una conversación constante con nosotros mismos: el diálogo interno. Un estudio reciente de la Universidad de Oxford revela cómo esta voz influye directamente en nuestra salud mental y física.
¿Qué nos decimos? Cuando algo no sale bien, ¿reconocemos el esfuerzo o solo condenamos el error? Solemos ser implacables, con frases como: “¡Otra vez te equivocaste!” Estas palabras generan respuestas emocionales internas que, la ciencia lo comprueba, dañan nuestra salud.
La Evidencia Científica
Investigadores tomaron como base el modo en que las respuestas emocionales afectan el sistema inmunológico.
Separaron dos grupos: Grupo Amabilidad: Fueron alentados a tratarse con compasión, usando palabras de aliento. Grupo Crítica: Se les indujo una voz interior crítica y competitiva, generando amenaza y angustia.
Los resultados fueron claros: El grupo de compasión reportó tranquilidad, sensaciones relajantes y menor frecuencia cardíaca. En cambio, el grupo crítico reportó aumento de frecuencia cardíaca, sudoración e intranquilidad.
Según la Dra.Karl y el Dr. Kirschner, el buen trato con uno mismo desactiva la respuesta de amenaza, poniendo al cuerpo en un estado de seguridad y relajación, factores clave para que el sistema inmunológico funcione correctamente. La ciencia nos está diciendo: ¡Tenemos que tratarnos bien! Si somos afectuosos con los demás, ¿por qué somos tan dañinos con lo que nos decimos?
Mi respuesta es que no podemos ver nuestra vulnerabilidad. Hemos creado una coraza para protegernos, pero esa misma coraza nos deja duros, rígidos y exigentes con nosotros mismos. Si pudiéramos sentir nuestra fragilidad, solo buscaríamos abrazarnos y tenernos paciencia. Estamos aprendiendo a cada momento. ¿Cómo exigirnos saberlo todo?
Si logramos vernos así, nos felicitaríamos por animarnos y por seguir de pie después de cada caída. Hoy te invito a parar y respirar profundamente. Conecta con esa vulnerabilidad, abrázala y decite internamente: “Te amo y te acepto”.
Bendiciones.








