Tanto en los hospitales públicos como en consultorios privados, profesionales cada vez reciben más pacientes con complicaciones derivadas del sobrepeso y obesidad. A su vez, resaltan que es una tendencia que se intensifica con la llegada de la primavera y el verano.
En el Hospital Ramón Madariaga el doctor Eduardo Carrozzo, especialista en cirugía bariátrica y metabólica, señaló a PRIMERA EDICIÓN que cada vez más pacientes buscan mejorar su salud ante un problema que describe como “una enfermedad en ascenso”.
Advirtió que el aumento de consultas está directamente relacionado con una tendencia nacional preocupante. Según recordó, la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo reveló que el 60% de la población argentina tiene sobrepeso y el 25% presenta obesidad, cifras que se repiten en Misiones y que reflejan una problemática “cada vez más frecuente”.
“De 4 personas que viven en nuestra provincia, una tiene obesidad, entonces es un problema la verdad que muy frecuente y vemos que en las consultas cada vez hay más pacientes que vienen por primera vez consultando por el programa”, alertó el médico.
Actualmente, el servicio atiende a personas desde los 18 años, con un predominio de pacientes de entre 20 y 40, aunque también se han realizado cirugías bariátricas en adultos mayores de 70 años que se encuentran clínicamente aptos, Carrozzo advirtió que la obesidad supera lo estético y se vincula con patologías como diabetes, hipertensión, trastornos articulares y enfermedades cardíacas. “Vemos muchos pacientes derivados por traumatólogos, diabetólogos y cardiólogos”, indicó.
El especialista describió que la preparación para una cirugía bariátrica dura entre cuatro y seis meses e incluye evaluación emocional, controles clínicos completos y un proceso nutricional donde el paciente “aprende a comer” antes de llegar al quirófano. El hospital utiliza técnicas videolaparoscópicas y robóticas, eligiendo entre distintos procedimientos según las necesidades de cada caso. “No todos los pacientes necesitan cirugía ni todos requieren la misma técnica”, aclaró.
Tras la intervención, los pacientes permanecen internados entre uno y cuatro días, y luego continúan con controles nutricionales, psicológicos y quirúrgicos. Por ello, la cirugía no es un final, es el inicio de un proceso donde puede haber “dolor y molestias, pero con un buen acompañamiento los resultados son muy favorables”, sostuvo Carrozzo.
El equipo del Madariaga realiza de una a dos cirugías bariátricas por semana. Según el especialista, “la obesidad avanza y cada vez más personas buscan tratamiento. Nuestro objetivo es acompañarlos y trabajar en hábitos que permitan sostener los resultados”.
El médico también destacó que la elección del procedimiento quirúrgico depende del estado integral del paciente y no solo del peso. Precisó que existen opciones que reducen el tamaño del estómago y otras que modifican el tránsito intestinal para disminuir la absorción de nutrientes, y que la decisión se toma en conjunto durante la etapa prequirúrgica. “La cirugía bariátrica no es una sola operación; es un conjunto de técnicas que deben adaptarse a la realidad clínica, emocional y metabólica de cada persona”, puntualizó.








