La aviación comercial enfrenta una presión operativa inédita después de que Airbus y la Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea (EASA) emitieran una Directiva de Aeronavegabilidad de Emergencia que afecta a toda la familia Airbus A320, tanto los modelos ceo como los neo. La orden es clara: actualizar de inmediato el software de las computadoras de control de vuelo o dejar los aviones en tierra antes del domingo 30 de noviembre.
La medida responde a un incidente grave ocurrido a finales de octubre, que confirmó que las tormentas geomagnéticas pueden corromper la memoria de las computadoras de a bordo -las unidades ELAC, fabricadas por Thales-, provocando maniobras no comandadas, como una “picada brusca” cuando el sistema interpreta erróneamente la posición del avión. El caso más reciente fue el vuelo JetBlue Cancún–Newark, cuya tripulación reportó una pérdida momentánea de control.
Desde Toulouse, el portavoz de Airbus Guillaume Steuer explicó que la radiación solar intensa puede generar un “Bit Flip”, un cambio espontáneo en un bit de memoria. “Hemos desarrollado un parche de software inmediato para blindar el sistema”, indicó.
El impacto es profundo en América Latina, una región con una de las mayores flotas de A320 del mundo. En plena temporada alta, las aerolíneas operan con talleres cargados y turnos de 24 horas para evitar cancelaciones.
JetSMART, cuya flota está compuesta íntegramente por Airbus, informó que solo un número reducido de aeronaves está afectado por la directiva y que serán intervenidas esta misma noche. La empresa aseguró que no hay afectación operativa por ahora y que cualquier ajuste será comunicado a los pasajeros.
LATAM Airlines, el mayor operador regional, reconoció que trabaja en Santiago y San Pablo en jornadas continuas para actualizar cientos de aviones, advirtiendo que se esperan reprogramaciones. Avianca y Sky Airline también confirmaron que un número significativo de sus aeronaves necesita la intervención, especialmente porque la mayoría de los aviones de Sky son Neo.
En cambio, Aerolíneas Argentinas quedó fuera del alcance de la directiva, ya que sus aviones de corto y mediano alcance –Boeing 737 NG/MAX y Embraer 190– utilizan otra arquitectura informática.
La solución técnica es relativamente simple: conectar una terminal de mantenimiento al avión y cargar una actualización (o volver a una versión previa), un proceso que puede demandar entre 30 minutos y 2 horas. El desafío, sin embargo, está en la cantidad de técnicos certificados disponibles para intervenir 6.000 aviones en todo el mundo al mismo tiempo.
El fenómeno ya se conoce en la industria como el “Efecto Solar” de noviembre de 2025, un episodio que expuso la vulnerabilidad de la aviación al clima espacial y obligó a compañías y autoridades a coordinar una respuesta global en tiempo récord.
Fuente: Agencia de Noticias NA





