Karyna González
Fundadora de Spacio Mujer
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Las relaciones son la moneda más valiosa tanto en la vida como en los negocios. Las relaciones auténticas y la comunidad se multiplican más rápido que cualquier inversión financiera. Debemos entender esto:
• Las relaciones perduran más que el dinero: son la forma más estable de riqueza.
• Las conexiones auténticas crean oportunidades mucho antes de que te sientas preparado para ellas.
• Invierte constantemente en las personas: la confianza y la reputación se convierten en tu verdadera red de seguridad.
Siempre he sido una persona sociable. De niña, era extrovertida, amigable. Nunca fui la más inteligente de la clase, pero podía hablar con cualquiera. Las relaciones interpersonales me resultaban naturales, incluso antes de saber lo que significaban. Lo que no sabía entonces era que ser bueno con la gente se convertiría en mi mayor habilidad, en la base de todo lo que he construido.
¿Cuál es el tipo de riqueza más valioso del que nadie habla?
El capital relacional: Él que puede entender cómo el dinero va y viene, como los mercados fluctúan, los tratos se desmoronan, las industrias evolucionan, y aunque hoy todos hablen de la IA, lo único que nunca pierde valor son las personas. Las relaciones son la verdadera moneda. Construir todo sobre relaciones. No contactos. No seguidores. Relaciones reales. Esa es la razón por la que un negocio, un emprendimiento, un programa, etc sobrevive, aun cuando parece imposible. Puedes falsificar una marca. No puedes falsificar una relación.
Cada gran oportunidad tiene un nombre detrás: Cuando miro hacia atrás, veo a una persona detrás de cada punto de inflexión. Las oportunidades provienen de las relaciones. Si no tienes presupuesto, habla con la gente. Si no tienes experiencia, trabaja más duro que los demás. Si no tienes una estrategia, busca quién crea en ti, tu próxima gran oportunidad probablemente no vendrá de una campaña de marketing, vendrá de una conversación.
Creer en el retorno de intención: Cada vez que te presentas con integridad, cada vez que te comunicas de forma desinteresada, estás haciendo una inversión. Ese cliente que desapareció recordará cómo lo trataste cuando regrese años después. Ese inversionista que rechazó tu propuesta podría ser quien te abra la próxima puerta. Nunca sabes qué oportunidades regresarán, trata a todos como si fueran muy importantes. Así es como construyes una reputación, así es como ganas confianza.
Lo auténtico siempre gana: Creo en el poder de las redes sociales. He visto lo que pueden hacer por un negocio, una marca y un sueño. Pero hay un detalle: solo funcionan si te presentas de forma auténtica. Nunca quieras ser la persona que se ve diferente en línea que en la vida real. Los subtítulos, los clips, las publicaciones: todo es real. Lo que ves es lo que obtienes. La autenticidad viaja más lejos que los algoritmos. Si solo te reconocen por tu imagen en redes, estás construyendo la marca equivocada.
Prefiero tener diez conexiones reales que cien mil seguidores falsos. Esto no es anticuado, es sostenible. Una conexión real no necesita filtros, solo necesita constancia.
Tu red es tu póliza de seguro: El éxito parece seguro hasta que deja de serlo. Los mercados se desploman, los planes cambian, los tratos mueren. Cuando eso pasa, tu red de seguridad no son tus ahorros, son tus relaciones.








