A fuerza de goles, el misionero Mario Ríos hizo nuevamente historia junto a Los Murciélagos, la Selección Argentina de fútbol para ciegos. Y es que el posadeño convirtió el tanto decisivo con el que el equipo nacional alzó un nuevo título, la Copa Tango, que se disputó en Buenos Aires. El Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CeNARD) fue escenario del campeonato, que reunió a las selecciones de Alemania, Francia y Tailandia. Y justamente el representativo asiático fue el rival de la finalísima, el último domingo.
En un partido trabado y parejo, el exjugador de Los Magos Misioneros definió el trámite tras convertir un penal, con un fuerte disparo rasante que se metió en el rincón izquierdo del arco tailandés, a escasos dos minutos del cierre del partido.

Ese tanto no solo le dio la victoria y desató la vuelta olímpica del equipo nacional, dirigido por el entrenador Darío Lencina, si no que además le permitió a Ríos quedarse con el galardón al máximo goleador del certamen.
En efecto, Mario también fue determinante en el debut frente a Alemania, al marcar el 1-0 con el que la Albiceleste abrió con el pie derecho la fase de grupos. Después, siempre en la etapa inicial, Argentina festejó ante Tailandia por otro 1-0, gracias al tanto de Brian Pereyra. En el cierre de la fase clasificatoria, el team nacional igualó con Francia por 0-0.
Ese partido tuvo un condimento especial, habida cuenta de que el combinado galo es el actual campeón Paralímpico, tras obtener la corona en París 2024, justamente luego de vencer en la final a la Argentina -con Mario Ríos en el equipo- por penales.
De regreso con la Copa Tango, en semifinales Argentina debió medirse nuevamente con Alemania. Luego de un emotivo 0-0, Ríos y sus compañeros se llevaron el boleto a la final en los penales, por 2-1. En la otra llave, Tailandia dio la nota y eliminó a Francia, en una clara muestra del desarrollo que la disciplina tiene en el sudeste asiático.








