Después de tres jornadas de trabajo y pintura colaborativa, abiertas a la comunidad, el Colectivo Memoria y Salud Mental Misiones (MeSaMM) finalizó la etapa de restauración y acondicionamiento del edificio donde, después de varios meses de tareas, podrá funcionar el primer Archivo Histórico de Salud Mental de la provincia, en el hospital Carrillo de Posadas.
Melany Medina Litter, coordinadora general del proyecto, comentó en diálogo con PRIMERA EDICIÓN que se sumaron cerca de 50 personas para llevar adelante la etapa final del trabajo, que dejó listo el pabellón cedido por el hospital para poner en marcha de forma definitiva el Archivo Histórico.
El proyecto comenzó en 2021, a cargo de residentes y profesionales de la salud mental que conformaron el MeSaMM y recuperaron testimonios y documentación administrativa del Carrillo para reconstruir la historia del hospital y del abordaje de la salud mental en la provincia.
Convocatoria abierta
Las jornadas de pintura atrajeron a residentes y profesionales del equipo del MeSaMM, pero también fueron una invitación abierta para que la comunidad se acerque a las instalaciones del Archivo, ahora totalmente renovado.
Voluntarios, vecinos e incluso usuarios que están transitando una internación en el hospital formaron parte de la convocatoria. La pintura se convirtió así en una actividad terapéutica y una oportunidad para conocer de qué se trata en Archivo Histórico.
“La idea es que todo lo que hagamos tenga un nexo con la comunidad, con la comunicación, también con la accesibilidad, con los derechos humanos. En este caso, que al pintar puedan venir a aportar su granito de arena, a ponerle color al hospital y a conocer el proyecto, porque muchas personas también empezaron a preguntar de qué se trataba a partir de la jornada”, valoró Medina Litter.
Última puesta a punto
El trabajo de pintura los ocupó hasta ayer a la tarde, cuando quedaban algunas pequeñas áreas por retocar en las paredes del edificio, que antes requirieron un trabajo de 3 meses dedicados a la restauración y preparación previa de las paredes y aberturas.
Esta semana, el equipo del MeSaMM va a trabajar en la última limpieza de las salas antes de acomodar finalmente toda la documentación que lograron rescatar durante estos años de investigación, formación y aprendizajes.
Para el próximo año, Medina Litter adelantó que tienen proyectado realizar un acto de inauguración, que sirva de broche de cierre a 5 años de trabajo, que de ahora en más continuará con desafíos diferentes.

El desafío de reconstruir la historia
El proyecto del Archivo Histórico, inspirado en una iniciativa similar realizada en el hospital Melchor Romero de La Plata, ya lleva casi cinco años de trabajo, capacitación y una convocatoria de financiamiento internacional asignada.
La coordinadora Medina Litter recordó que la idea de construir el archivo surgió por una preocupación profesional de los residentes, que querían saber más sobre la historia de su espacio de trabajo, pero luego el proyecto comenzó a expandirse al ritmo de una preocupación que se tornaba más colectiva.
“¿Cómo empezó esto? ¿Cuándo? Eran preguntas que tenían signos de pregunta gigantes y que decíamos ‘no puede ser que no tengamos un espacio donde la gente pueda leer de qué se trata el hospital y quiénes somos’”, contó.
Hasta entonces, la historia del Carrillo vivía en la oralidad y en el recuerdo de quienes habían pasado por ese hospital. Sin archivos, sin documentos. El equipo del MeSaMM se propuso recuperar esa historia viva, para transcribirla, ordenarla y ofrecerla a la consulta de la comunidad.

Balance y proyecciones a futuro
En estos años de trabajo recuperaron documentos, relatos y biografías de trabajadores que pasaron por el hospital entre 1960 y 1990, realizaron entrevistas y organizaron archivos administrativos, como decretos, documentos internos e historias clínicas.
Hoy, esas etapas previas de trabajo, que toman forma en el archivo, tienen un lugar seguro donde descansar, un logro no menor para el equipo, ya que en paralelo con la investigación y las tareas de limpieza de los documentos, se encargó también de restaurar el edificio.
Sobre el balance después de dar este gran paso, Medina Litter consideró que “son muchas sensaciones lindas, mucha satisfacción, ver que el esfuerzo tiene frutos, y que también es acompañado, porque eso no es menor”, de la mano por la sorpresa por lo conseguido.
“Estamos viendo que el proyecto está teniendo repercusión en la comunidad, que a la gente le interesa, que se acerca a preguntar y la verdad que faltan palabras, estamos muy contentos”, cerró la coordinadora.





