Los recientes enfrentamientos en Río de Janeiro, que dejaron al menos 120 muertos y más de un centenar de detenidos, reavivaron el recuerdo de Tropa de Élite, la película brasileña que retrató con crudeza la violencia urbana y la actuación del Batallón de Operaciones Policiales Especiales (BOPE).
El martes, las calles de varias favelas cariocas se transformaron en un campo de batalla entre las fuerzas de seguridad y el Comando Vermelho (CV), una de las organizaciones criminales más poderosas de Brasil. Las imágenes de los operativos y los cuerpos en las calles recordaron las escenas de la cinta dirigida por José Padilha y protagonizada por Wagner Moura, estrenada en 2007.
El retrato del BOPE en la gran pantalla
Tropa de Élite, ganadora del Oso de Oro en el Festival de Berlín, se convirtió en un símbolo del cine brasileño por su realismo y su mirada sin concesiones sobre la violencia institucional. La trama sigue al capitán Roberto “Beto” Nascimento (interpretado por Moura), un oficial del BOPE que intenta sostener la disciplina en un cuerpo policial atravesado por la corrupción y el desgaste psicológico.

El film expone la rutina de los operativos en las favelas, los dilemas morales de los agentes y el vínculo ambiguo entre el Estado y el narcotráfico. En la vida real, el BOPE —unidad de élite de la Policía Militar de Río— fue creado para enfrentar a grupos criminales fuertemente armados, y sus intervenciones suelen dejar un alto número de víctimas civiles.
Violencia, corrupción y dilemas morales
Narrada desde la voz del capitán Nascimento, la película combina acción frenética con una mirada introspectiva sobre el costo humano de la guerra contra el narcotráfico. El protagonista, abrumado por el caos y la brutalidad, busca un reemplazo mientras intenta preservar su vida familiar y su salud mental. Pero su salida se frustra cuando un conflicto personal dentro del grupo desencadena una nueva escalada de violencia.
El ritmo acelerado, la música intensa y el lenguaje popular de los personajes dotan al film de una autenticidad pocas veces vista en producciones de su tipo. Muchas escenas se filmaron en locaciones reales y con vecinos de las favelas como actores, lo que refuerza la sensación documental y la crudeza del relato.
Polémica y legado
Tropa de Élite generó un fuerte debate en Brasil. Algunos sectores la acusaron de justificar la represión policial, mientras que otros la interpretaron como una denuncia contra la corrupción estructural del Estado. En cualquier caso, se convirtió en un fenómeno cultural y abrió la puerta a una secuela más política: Tropa de Élite 2 (2010), donde el capitán Nascimento ya no combate en las calles sino desde la Secretaría de Seguridad, enfrentando el poder de los políticos y empresarios vinculados al crimen organizado.
En esa segunda parte, el personaje evoluciona: abandona la violencia como método y decide exponer el sistema desde adentro. Padilha, el director, utilizó la saga para mostrar la continuidad de un modelo de poder donde la ley del más fuerte se impone y la frontera entre el bien y el mal se vuelve difusa.
La realidad supera a la ficción
Los recientes operativos en Río, que dejaron decenas de muertos en barrios como Complexo do Alemão y Maré, parecen confirmar que los conflictos narrados en Tropa de Élite siguen vigentes casi dos décadas después. Las imágenes difundidas por medios brasileños muestran tanques en las calles, helicópteros sobrevolando las favelas y familias desplazadas por los tiroteos.
En la pantalla o en la vida real, Río de Janeiro continúa siendo escenario de una guerra urbana donde la violencia y la desigualdad se retroalimentan.
Dónde ver “Tropa de Élite”
Tropa de Élite y Tropa de Élite 2 están disponibles en plataformas digitales como Apple TV, Movistar TV y Prime Video, en versión doblada al castellano y en alta definición.








