Aunque en lo cotidiano una persona no esté tan familiarizada con plantar plantas, el desafío de tener un rincón verde en casa se vuelve más accesible a la hora de comenzar a cultivar hierbas aromáticas, esto se debe a que son algunas de las especies menos “intimidantes”. Crecen bien en macetas, en jardineras para ventanas o en el jardín. Rara vez se contagian de enfermedades y no necesitan pesticidas. Además, cualquiera sea la condición de la tierra, siempre que haya sol, las mismas crecerán.
Cómo empezar una huerta aromática
El primer paso es entender que no todas las aromáticas son iguales. Algunas tienen un ciclo de vida corto, es decir, son anuales como la albahaca y el cilantro; mientras que otras son perennes (viven más de dos años y tienen tallo leñoso), como el orégano y el tomillo.
Para comenzar, se puede elegir entre sembrar de semilla o gajo, o comprar directamente plantas jóvenes para trasplantar al recipiente o a la tierra.
Expertos en jardinería indican que las que mejor se dan a partir de semillas son la albahaca -que germina rápido y es sencilla de cuidar-, el eneldo y el hinojo. Sin embargo, otras requieren de un proceso más complejo: el romero, la manzanilla y la lavanda, por ejemplo, necesitan un período de enfriamiento de cuatro a seis semanas para imitar al invierno, un proceso que se conoce como estratificación de la semilla. Para estas y otras como el perejil -que tarda un poco en más en crecer después del sembrado-, puede resultar más práctico comprar un plantín y simplificar el trabajo.
En cuanto a los plantines comprados, el consejo es trasplantarlos de inmediato a macetas más grandes para que las raíces compactadas puedan estirarse. De ser posible, se recomienda dividir la planta comprada en dos macetas ya que permite duplicar la producción.
Aromáticas al aire libre
La mayoría de las hierbas prefieren estar afuera, en un sitio con sol plano y directo, lo que suele traducirse en cuatro a seis horas de luz por día, ya sea en la tierra o en macetas. Antes de plantar, la recomendación principal es observar uno o dos días cuánto sol recibe el lugar elegido.
Hay que tener en cuenta que algunas prefieren el clima templado de la primavera y el otoño (como por ejemplo el eneldo y la manzanilla), mientras que otras, como la salvia, crecen bajo el caliente.
Muchas aromáticas populares, como el romero y la lavanda, provienen de la zona del Mediterráneo, por lo que es bueno imitar esas condiciones en el suelo. Para las de hojas carnosas (como la albahaca y el eneldo), se sugiere sumar compost para enriquecer el suelo o usar una buena tierra para macetas. Las de origen mediterráneo, en cambio, prefieren un suelo más arenoso, para ello se puede realizar una mezcla de arena, arcilla y humus.
El cuidado de las mismas requiere que sean regadas una vez por semana y de forma abundante, especialmente para las plantadas en maceta, que son las que precisan más agua que las que están en el suelo. Además, se debe regar por la mañana, ya que ayuda a que las raíces absorban mejor la humedad.
Una advertencia importante, es tener en cuenta que las plantas pertenecientes a la familia de la menta (como por ejemplo el cedrón), pueden volverse agresivas al aire libre y desplazar a otras. Por ello, se recomienda cultivarlas directamente en macetas.

Cultivo bajo techo
Para tener aromáticas dentro de casa, la clave fundamental es la luz del sol. La mayoría crece bien en el posar de una ventana soleada, debido a que las plantas requieren un mínimo de seis horas de sol. Si la luz natural es insuficiente, la solución es complementar con luces LED para cultivo.
Al igual que una plantación al aire libre, conviene agrupar las hierbas que tienen las mismas necesidades de suelo y riego. Para los horticultores que recién comienzan, la recomendación indica juntar la albahaca con la cebolla de verdeo. Otra planta que también se recomienda cultivar bajo techo es el cilantro, debido a que afuera es más propenso a ser atacado por bichos y otros insectos.
Cómo cosechar
A medida que las hierbas crecen y producen hojas, es fundamental cortar las flores que tiene semillas para que la planta se concentre en producir más hojas.
Esto se debe a que las plantas muy altas y enmarañadas no prosperan muy bien, por lo que hay que podar regularmente las que crecen rápido, como la albahaca. Cuando la planta tenga entre siete y diez centímetros de alto, se pueden cosechar las primeras hojas.
Finalmente, para cosechar se puede usar los dedos o una tijera para hierbas, cortando la hoja de albahaca en la base. Si se busca una cosecha más abundante, el truco es cortar un tallo justo donde está apareciendo un nuevo grupo de hojas, conocido como nudo, para estimular el crecimiento de brotes nuevos.
Consejo para conservar las hierbas
Para que la cosecha dure todo el año, se debe colgar las aromáticas de siete a catorce días para que se sequen, dependiendo del tamaño de la hoja y de la sequedad del clima. Luego se tritura las hojas para seguidamente comenzar a usarlas. Antes de colgarlas, se debe retirar de la parte inferior, varias pulgadas de hojas y usar una goma elástica alrededor de los tallos para mantener el ramo junto.





