El ritual cotidiano de preparar café genera inevitablemente un subproducto que la mayoría de los hogares tira a la basura: la borra. Sin embargo, este desecho tiene un potencial enorme en la agricultura familiar, la jardinería y la producción agroecológica, por su aporte en nutrientes y su capacidad de mejorar las propiedades físicas del suelo.
En tiempos en que se busca reducir costos de producción y disminuir el impacto ambiental, la reutilización de la borra de café se presenta como una alternativa sustentable y accesible. Según la Organización Internacional del Café (OIC), cada año se generan más de 6 millones de toneladas de residuos de café en el mundo, y buena parte podría aprovecharse en lugar de terminar en vertederos.
Propiedades químicas
Diversos estudios señalan que el café usado contiene principalmente nitrógeno (N), que es fundamental para el crecimiento de hojas y tallos; además de fósforo (P), clave para la formación de flores y frutos; y potasio (K), que fortalece a la planta frente a plagas y enfermedades.
La Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) publicó un trabajo en el que se destaca que la borra de café tiene entre un 1,5% y 2,3% de nitrógeno, un nivel similar a muchos fertilizantes orgánicos tradicionales. También aporta pequeñas cantidades de magnesio y cobre, minerales importantes en el metabolismo vegetal.
En cuanto a su pH, ronda valores levemente ácidos (5,5 a 6,8), lo que lo convierte en un insumo ideal para especies que prefieren suelos con esa característica, como azaleas, hortensias, gardenias o frutillas.
Usos prácticos en huertas
La borra de café puede utilizarse de distintas formas:
• Como abono líquido: diluyendo café negro (sin azúcar ni leche) en agua y aplicando con pulverizador sobre las hojas.
• Como enmienda sólida: incorporando directamente la borra seca al suelo o al sustrato de macetas.
• En compostaje: mezclándola con restos de frutas, verduras, hojas secas o pasto, para mejorar el equilibrio carbono-nitrógeno de la pila de compost.
En Misiones, donde se multiplican las huertas urbanas y las chacras agroecológicas, algunos productores ya aprovechan los restos de cafeterías locales que entregan gratuitamente su borra a vecinos y huerteros. “Un balde de café usado puede convertirse en un fertilizante de primera”, señalan técnicos del INTA Cerro Azul, que promueven el compostaje comunitario en la zona centro de la provincia.
Qué plantas se benefician más
Entre las especies más favorecidas por la aplicación de borra de café están las rosas, frutillas, arándanos, gardenias, camelias, hortensias y azaleas, que se desarrollan mejor en suelos ácidos. También se utiliza en cultivos de hortalizas de hoja, como la lechuga y la espinaca, porque mejora la retención de humedad y aporta nutrientes de liberación lenta.
Sin embargo, no todas las plantas responden bien: en especies que requieren suelos más alcalinos, como lavandas o suculentas, su uso en exceso puede generar problemas. Por eso, los especialistas recomiendan moderación: no más de un 15% del volumen total del sustrato debe ser borra de café.
Un aporte a la sustentabilidad
Además del beneficio agronómico, el reciclaje de la borra ayuda a reducir la cantidad de residuos urbanos. Se calcula que en Argentina se consumen más de 1,2 kilos de café por persona al año, lo que significa cientos de miles de toneladas de borra generada en hogares, bares y restaurantes. Reutilizarla es una forma concreta de economía circular, un concepto que en Misiones gana terreno gracias a instituciones como el Instituto de Macroeconomía Circular (IMaC), que promueve justamente la transformación de residuos en recursos.
Consejos para productores
• Secado previo: antes de aplicarla, conviene dejar secar la borra al sol uno o dos días, para evitar la formación de hongos.
• Aplicación moderada: usar capas finas en la superficie del suelo, evitando acumulación excesiva que pueda compactar el sustrato.
• Mezcla con otros residuos: combinar con cáscaras de frutas o restos de poda para equilibrar nutrientes.
• Uso como repelente natural: algunos horticultores aseguran que, espolvoreada alrededor de las plantas, la borra ayuda a ahuyentar caracoles y babosas.
En países productores de café como Brasil y Colombia, la reutilización de la borra es objeto de proyectos a gran escala.





