“Los goles que no lo haces en arco lo sufres en el propio”, reza un viejo dicho futbolero. Y bastante razón tiene, sino hay que preguntarle Bartolomé Mitre, que este domingo creó todas las condiciones para terminar con una sonrisa, pero Costa Brava le opacó la fiesta con el empate 1-1.
Si bien no fue un buen partido del equipo misionero, las ocasiones de gol estuvieron a la orden del día. Generó al menos cinco chances muy claras, pero no acertó y el rival, que se plantó fuerte en el “Tito” Cucchiaroni, se llevó el premio mayor.
Ahora la misión será más complicada, porque el Auriazul tendrá que salir a buscar la victoria en condición de visitante, ante un rival que sabe a lo que juega y que lleva un extenso invicto jugando en su reducto. Además, los pampeanos tienen ventaja deportiva y esto quiere decir que, en caso de un empate, avanzarán a la siguiente etapa.

Los dirigidos por Miguel Salinas no tuvieron su mejor partido, pero sí profundidad. Llegaron incontables veces al área rival y generaron muchas situaciones de peligro, pero fallaron en la definición. En realidad, el arquero Luciano Silva, figura del partido, fue el responsable evitar la caída de su valla.
De tanto intentar, Mitre consiguió la ventaja antes que se termine la primera mitad. Tras un tiro de esquina, Matías Espíndola se elevó más que todos y metió el frentazo para el 1-0.
En el complemento, la tendencia fue la misma, muchas situaciones, pero poca efectividad y un Costa Brava que se encontró con la paridad en una pelota aérea. Luego del centro de Rivas, Gutiérrez le ganó en la espalda a Richard Rodríguez y, de cabeza, colocó el 1-1.
Y en una de las últimas jugadas Mitre pudo perder, pero Bachke se visitó de héroe al taparle un mano a mano a Viola. Después de ello, Mitre no volvió a tener chances y se tuvo que conformar con un empate con sabor a poco.






