La Estudiantina no solo se vive en las calles con ritmo y color, también deja gestos de solidaridad que refuerzan el verdadero espíritu de esta fiesta. Eso fue lo que ocurrió tras la primera Noche de Calle, cuando los integrantes del grupo carrozas de la EPET Nº34 (Itaembé Guazú) se vieron imposibilitados de continuar con los trabajos en su carroza debido a las fuertes lluvias que afectaron la capital provincial.
Los estudiantes estaban construyendo en el patio de la casa de uno de sus compañeros del barrio A3-2 y, ante el temporal, necesitaban con urgencia un lugar techado para resguardar la estructura y seguir adelante con el proyecto. Fue entonces cuando la profesora asesora de la 34, Norma Iriarte, se comunicó con su par de la EPET Nº1 “La Industrial”, Andrea Prece, quien no dudó en tender una mano.
En un gesto de camaradería, la Industrial ofreció un galpón cercano al suyo, donde también trabajan en su propia carroza. Así, los estudiantes de ambas instituciones pasaron a ser vecinos en plena construcción.
“Necesitábamos conseguir un lugar techado para resguardar la carroza. Ahí fue cuando nuestra asesora contactó a la directora de carroza de la Industrial y ella nos consiguió un galpón. Ahora somos vecinos. Anoche incluso tuvimos una cena entre ambos colegios para conocernos y reforzar la convivencia”, relataron.
Alguno de los participantes son Ismael Esquivel, Santino Enríquez, Marcos Barrios, Bunyak Soria, los mellis, Fumiko Tsuchida, Emiliano Pedrozo, Gonzalo Montiel, Gerardo Romero, Santino Villalba, Benjamín Fernández, Julio Bondachuk, Sofía Ojeda y Flavio Fernández.
Lejos de los actos de violencia que se registraron en las últimas semanas entre colegios participantes, este episodio muestra otra cara de la Estudiantina: la de la solidaridad, la unión y la construcción colectiva más allá de la competencia.










