En la Legislatura Misionera se dio otro paso hacia la ley que promueve el Día Provincial del Artista Marcial. El proyecto, en honor al legado del maestro Yoshihiro Matsumura, obtuvo dictamen favorable en la Comisión de Educación, Cultura, Innovación, Tecnología y Deporte.
Esta iniciativa honra la memoria de Matsumura, pionero del judo en Misiones, y también representa una decisión política de visibilizar y jerarquizar las artes marciales como espacios de inclusión, formación en valores y construcción ciudadana. El proyecto de la diputada Alicia Zalesak busca que la celebración del artista marcial sea cada 21 de mayo, fecha del fallecimiento de Matusmura en el año 2001.

Esta ley impulsa además la creación del Premio Anual Yoshihiro Matsumura para reconocer a los artistas marciales misioneros destacados, fortaleciendo el vínculo entre el Estado y las comunidades deportivas.
El Arte Marcial es una herramienta de transformación social, y este proyecto reafirma el compromiso de Misiones con la educación integral, la cultura del esfuerzo y el bienestar de nuestra gente.
Historia de Matsumura
Nació el 30 de enero de 1940 en Nagasaki, Japón. Cuando tenía 5 años vivió los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki. Sobrevivió al estar refugiado en cuevas en las montañas cercanas.
A los 14 años, en 1954, comenzó a practicar judo en el Colegio Shin-zei de Nagasaki. Obtuvo el primer dan a los 17 años y en 1957 emigró a la Argentina. Vivió un tiempo en Buenos Aires, donde siguió su formación, obteniendo grados sucesivos de dan: segundo dan en 1961, tercer dan en 1963, cuarto dan en 1966.
En 1966, se radicó definitivamente en Posadas, Provincia de Misiones. Ese mismo año, el 8 de agosto, fundó el Instituto Matsumura (la primera academia de judo en la provincia), en un gimnasio del profesor de Educación Física Teófilo Horrisberger, ubicado por aquel entonces en la calle Jujuy entre Córdoba y Bolívar.
Además de enseñar judo como disciplina física, introdujo la defensa personal, trabajando con el Instituto de Deportes de Misiones, con la Policía, Liceo Policial y Escuela de Policía para dar clases de judo/defensa personal.
Fue reconocido en vida por su rol como formador, docente, dirigente. En 1999 recibió de la Confederación Misionera de Deportes la distinción de “mejor dirigente deportivo” de la provincia. Murió el 21 de mayo de 2001, a los 61 años, dejando un legado muy fuerte en la disciplina en la provincia.







