La historia de Santino Rzesniowiecki, el niño misionero que conmovió a toda la provincia, sumó este fin de semana un capítulo cargado de emoción. Después de seis meses en Singapur, donde accedió a un tratamiento innovador contra la leucemia, su mamá Natalia Rodríguez confirmó que este sábado por la noche emprendieron el viaje de regreso a la Argentina. La noticia fue comunicada a través de una transmisión en vivo en la cuenta “Amor por Santino”, donde cientos de seguidores siguieron atentos sus palabras.
Rodríguez contó que decidieron esperar hasta el último momento para dar a conocer la noticia. Con Santino sentado a su lado en el aeropuerto, la madre reveló que “estamos re contentos, ahora sale el avión, acá es sábado 10 de la noche y allá son las 11 de la mañana. Nuestro vuelo sale a la madrugada y estaremos llegando a la Argentina mañana a las 8.30 de la noche”.
El regreso representa un alivio enorme para la familia después de un proceso que incluyó internaciones, trasplantes de médula y la incertidumbre de recaídas sucesivas. Según expresó la madre, “se dio, estamos volviendo, gracias a Dios. La campaña como saben continúa porque la deuda aún está, no se pudo saldar, pero Santi está bien, está en una etapa de seguimiento”.
Durante el vivo relató que la última semana fue intensa en controles médicos y estudios de laboratorio, necesarios para preparar al niño antes del viaje. Explicó que los profesionales lo inmunizaron con vacunas para resguardarlo frente a posibles contagios durante el trayecto. “Hay que cuidarlo un montón porque al tener los recuentos muy bajitos, sobre todo de neutrófilos, está muy expuesto a cualquier infección. Puede ser muy grave para él”, detalló.
Natalia remarcó que los médicos en Singapur recomendaron esperar tres meses antes de evaluar una posible infusión de células madre, ya que existe la esperanza de que los valores sanguíneos se recuperen de manera natural. “Nada está dicho, pero confiamos en que no lo va a necesitar”, expresó con serenidad, aunque dejó en claro que seguirán atentos a cada control.
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En medio de las explicaciones técnicas, la madre no pudo ocultar la emoción de dejar atrás la rutina hospitalaria. Recordó que el viernes, al salir del hospital por última vez, miró hacia atrás y no pudo contener las lágrimas. “La emoción era terrible, al subte a los llantos, porque la gratitud y lo que sentimos era enorme”, confesó.
La transmisión estuvo llena de gestos de alegría y alivio. Santino, con timidez, alcanzó a decir “muy feliz”, mientras su madre explicaba que los médicos en Singapur estaban satisfechos con la evolución clínica y anímica del niño. “No solamente por su médula que es negativa, sino por el estado en el cual él hoy se encuentra. La verdad que está muy bien”, afirmó.
El regreso a la Argentina no implica el fin del proceso. La familia continuará con el seguimiento en Buenos Aires, donde ya lo esperan los médicos para los próximos controles. A pesar de la deuda pendiente por los elevados costos del tratamiento, la madre aseguró que seguirán adelante con la campaña solidaria, aunque ahora desde su hogar.
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En un pasaje del vivo, Natalia confesó entre risas y alivio que fantaseaba con volver a la vida cotidiana. “Hoy le decía a Eric, el lunes vamos a poder ir al Coto a comprar. En verdad estamos felices porque vamos a ir a comprar al Coto”, comentó, mostrando que detrás de la lucha médica también existe el anhelo de recuperar pequeñas rutinas familiares.
La transmisión concluyó con agradecimientos a todas las personas que acompañaron desde el inicio de la campaña solidaria. “Estamos re felices, contentísimos. Fue un montón, de a poquito seguramente vamos a ir procesando todo emocionalmente. Le mandamos un beso enorme y gracias por todo el apoyo”, cerró la madre, visiblemente emocionada.






