El Hogar de Cristo, un centro para contener y ayudar a rehabilitar víctimas del consumo excesivo de estupefacientes en la zona oeste de Posadas, se reunirá el próximo domingo desde las 19 a festejar su segundo año con casa propia y en crecimiento.
Daniel Pesce, cabeza de la parroquia San Benito, dialogó con PRIMERA EDICIÓN, con quien mantiene un pacto de colaboración. Un acuerdo informal pero de los que se hacen cara a cara porque se comparte el mismo deseo, ayudar, extender la mano.
Mejor lo explica el cura de 40 años nacido en Morón, Buenos Aires y compañero del conocido Padre Pepe Di Paola: “Este próximo domingo vamos a celebrar dos años de camino con el Hogar de Cristo, que en realidad lo comenzamos a trabajar hace tres años y medio. Vamos a festejar con un festival musical frente a la parroquia San Benito en la calle 135 y avenida Andresito. Solo para asistir pedimos alimentos no perecederos y elementos para la higiene personal y para la limpieza de nuestro hogar”.
El convite no tiene vueltas ni requisitos complicados: “Decidimos montar un marco festivo, queremos celebrar la vida de los pibes que ayudamos y la de todos los que colaboran con este objetivo. Es una premiación para mucha gente que desde un principio nos apoya en esta causa puntual pero también en otras por todos los vulnerables”.
Estímulo: Jorge Kemerer
“Decidimos entregar un premio y lo vamos a llamar Jorge Kemerer, un obispo y un hombre que tuvo que enfrentar en Misiones el trancurso de la dictadura cívico-militar. Supo posicionarse del lado de los pobres en defensa de los derechos humanos. Queremos rescatar su memoria histórica”
“Será un festival de danza y música, mayormente folclórica y religiosa, son varios los artistas que se ofrecieron a regalarnos su arte, no es poca cosa, hay muchas voluntades que ponen el hombre para estar cerca de esta actividad”.
Pesce también destacó que “pensamos un momento para celebrar y compartir estar juntos en esto. Primero habrá una misa a las 19 y después a las 20 el festival para abrazarnos como familia y a nuestros pibes que tenemos en el hogar, los poco más de cuarenta que están luchando”.

“Desigual”
Sobre la labor del Hogar de Cristo durante dos años, resaltó: “La lucha nuestra por momentos es desigual contra las drogas. Sabemos que el enemigo es un gigante en cada esquina. A veces la policía desarticula alguna banda narco y aparece otra por otro lado. Pero bueno, sabíamos que era difícil luchar. No peleamos contra el narcotráfico, luchamos contra la droga que hay adentro de cada pibe y buscamos rescatarlos y mostrarles una vida mejor”.
“Es un camino de fe, en cada pibe yo encuentro a Jesús. Vamos enseñándonos en este camino de encuentros, para todos una vida maravillosa queremos”, indicó.
Destacó de los primeros pasos dados por desde el centro que funciona para varones mayores de edad en un predio detrás del Hospital Pedro Baliña: “Hoy tenemos huertas, una pequeña granja, talleres laborales de madera y serigrafía, por ejemplo. La disciplina y el autoconvencimiento que pueden hacer algo bueno estos pibes es lo que trabajamos todos los días”.
Inclusión no estigmas
Daniel Pesce no habla con rodeos, es directo y franco: “Muchos de estos muchachos vienen tan rotos de la sociedad que ya creen que no pueden hacer nada bien, que están destinados al mal. La sociedad estigmatiza mucho al pibe que está en consumo. Cuando cada uno vuelve a su barrio y ocurre algún robo al primero que apuntan es al ‘falopa o el fisura’, queda el estigma, la marca del que pasó por el proceso carcelario también. No tenemos una sociedad inclusiva que da segundas oportunidades. Y nosotros como lo dijo el Papa Francisco queremos estar la lado de ése que está roto, vulnerado, porque para el corazón de Dios nadie se queda afuera y nosotros tenemos que encontrar el lugar para todos y todas”.





