Un total de cinco testigos declararon en las últimas horas ante el juez de Instrucción 3 de San Vicente, Gerardo Casco, quien investiga el femicidio de Marisa Cuñha (47), quien fue asesinada en su casa y de dos disparos por la espalda, el pasado jueves 4 de septiembre. Por el hecho se encuentra detenido la expareja de la mujer, Marcelo Da Rosa, de 52 años, quien surgió desde el inicio de la causa como el principal sospechoso.
En el marco del inicio de la etapa testimonial, dos comerciantes que residen prácticamente al lado del domicilio de la víctima habrían asegurado en sede judicial y en las últimas horas que en el horario en el que ocurrió el homicidio “no escuchamos nada, ni siquiera una discusión previa, hasta que nos alertó el sonido de dos detonaciones similares a disparos con arma de fuego”, confió un vocero del caso.
Ese jueves minutos después de las 13 los vecinos alertaron a la policía de un hecho de violencia en un inmueble ubicado en la calle Pasteur 130 del barrio Ceferino de San Vicente.
Según se informó en su momento, al acusado lo habrían visto cerca de la escena del crimen, al mando de su Toyota Corolla gris. Hubo una búsqueda policial centrada en cerrar todo tipo de paso hacia la frontera, entre otras estrategias para cercarlo, teniendo en cuenta que el presunto asesino contaba con familiares y allegados en Brasil. No obstante, no fue necesario.
Al día siguiente del femicidio y por algunos testimonios, la policía supo que el sospechoso fue visto haciendo compras en un comercio local. Fue así, que los uniformados interceptaron su vehículo en zona urbana y lo arrestaron, quedando a disposición judicial.
Más testimonios
En el inicio de las declaraciones en sede judicial, hasta el momento declararon dos de los hijos mayores de la víctima (uno de los cuales halló el cuerpo) y una hermana, quienes habrían coincidido en que antes de separarse la pareja tenía una relación conflictiva y donde Marisa fue víctima de violencia de género y amenazas por parte de su ex, precisó un vocero.
Desde un principio se supo que Da Rosa y la víctima estaban en proceso de divorcio y las discusiones de los últimos días giraban en torno a la división de bienes.
Como oficio o modo de ingreso para vivir, trascendió que el hombre tendría varias propiedades, locales comerciales y viviendas en alquiler, que administraría.
Por otra parte, el juez aguarda los resultados de las pericias de balística, relacionadas al arma de fuego hallada en la vía pública, una pistola Bersa calibre 22 y cerca del lugar del hecho con los proyectiles extraídos a la mujer. Los investigadores tratan de establecer si las balas salieron de esa misma arma.
Al momento de la indagatoria, Da Rosa fue informado de que es investigado como sospechoso de asesinar a balazos a su ex, delito encuadrado como “femicidio” (artículo 80 inciso 11 del Código Penal), “agravado por haber sido cometido con arma de fuego”.
La mencionada calificación legal contempla la prisión perpetua para quienes son hallados culpables y tras el debido juicio oral y público.








