Un gendarme de 30 años y oriundo del norte misionero fue condenado ayer junto a un camarada por la Justicia Penal de Santiago del Estero donde fue juzgado por drogar y abusar sexualmente de una compañera de trabajo en la localidad Dique Los Quiroga en octubre de 2019.
El juicio oral que se inició el lunes 8 de septiembre en la capital santiagueña, finalizó ayer con el fallo condenatorio para el misionero Williams Jovani Romero y para el salteño Rolando Esteban Ríos.
Durante la semana de debate, los jueces Graciela Viana de Avendaño, Rosa Falco y Julio Carmelo Vidal, analizaron los relatos de los testigos citados -psicólogos, forenses, gendarmes compañeros de trabajo- pero, principalmente, el relato coincidente desde hace casi seis años de la víctima de los ultrajes.
De acuerdo a las fuentes contactadas por PRIMERA EDICIÓN, durante la tarde y noche del sábado 19 de octubre de 2019, la subalférez fue invitada a una casa junto a sus camaradas para descansar y disfrutar del fin de semana de franco que tenían asignado. Bebió cerveza que le invitó e insistió Ríos sin sospechar que contenía algún medicamento que le hizo perder reflejos y lucidez. Cuando despertó, se sintió mal y tras la revisión médica por los dolores se confirmó que fue abusada por dos personas.
Con el paso de los días, comenzó a recordar a modo de “flashback” la situación traumática y reconoció en ambos camaradas la responsabilidad y culpa del ultraje de ambos y al mismo tiempo.
El expediente fue elevado por la fiscal de Instrucción Cecilia Larred. Durante la lectura del auto correspondiente en el juicio se destacó: “La denunciante menciona que no recuerda exactamente lo que ha sucedido, pero sí tiene secuencias y posteriormente radica la denuncia. En el examen forense se constataron lesiones (…) Tras la denuncia, la Fiscalía envió al médico forense y se constataron lesiones, lo mismo que a un psiquiatra para un informe y con eso se solicitó la detención de los dos denunciados”.
La víctima ratificó todo en cada declaración judicial que realizó. Incluso durante el juicio: “Empezaron a insistirme para que tome cervezas. Yo no quería ya. Igual, me dieron para tomar”, repitió en el inicio del debate.
La fiscal Jésica Lucas, durante su alegato reconstruyó circunstancias, lugar, modo y tiempo de lo sucedido y solicitó trece años de prisión efectiva para ambos encartados, por “abuso sexual agravado con acceso carnal, cometido por dos o más personas y por personal perteneciente a las fuerzas policiales o de seguridad”, artículo 119, tercer párrafo e incisos D y E del Código Penal Argentino. Los dos acusados fueron esposados apenas finalizó ayer a las 13 la lectura del veredicto.
Fueron trasladados para la ejecución del fallo a un pabellón del Penal de Varones I del Servicio Penitenciario de Santiago del Estero. Habían llegado a esta instancia en libertad por el vencimiento de los plazos de prisión preventiva (tres años el máximo).
