En el marco de la 24ª sesión ordinaria del Concejo Deliberante de Posadas, se aprobó una nueva ordenanza de Gestión de Residuos Peligrosos que busca regular y dar herramientas para tratar de forma adecuada los desechos que, por su naturaleza, pueden causar un daño severo al ambiente y a la salud humana.
En ese sentido, la ordenanza define y tipifica las diferentes categorías de residuos peligrosos, que incluyen derivados del petróleo, productos químicos y explosivos, entre otros; al tiempo que establece una cadena de responsabilidades para su correcta gestión.
La iniciativa, promovida por el concejal Héctor Cardozo, es -según definió él mismo- “un paso decisivo hacia la protección del entorno natural y la seguridad jurídica para futuras inversiones”.
Cuidado ambiental
Según sus impulsores, la nueva herramienta es la culminación de un proceso de planificación que incluye la actualización de la Carta Orgánica, el Plan Estratégico y el Plan Urbano Ambiental. En este sentido, el concejal Cardozo subrayó durante la sesión la evolución de la ciudad en su enfoque sobre la gestión de residuos.
Además, enfatizó que ésta ya no se enfoca únicamente en la prestación del servicio para que los desechos desaparezcan de la vista, sino que se rige bajo un marco de cuidado ambiental. “No enfocarse en que el residuo desaparezca lo más rápido de tu vista y que lo tiremos a donde no moleste, sino en tratar de proteger al ambiente entendiendo al mismo como un todo y que ese residuo que se genera en la ciudad no desaparece, sino que si no lo tratamos adecuadamente va a contaminar napas, suelos y aire, que después nuestros hijos, vecinos y nuestras familias somos los que padecemos esa problemática”, explicó el legislador.
Cardozo explicó, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN, que “la normativa es un apartado fundamental porque son residuos que potencialmente pueden causar daños al ser humano”.
De esta manera, la herramienta radica en la asignación de responsabilidades a lo largo de toda la cadena de gestión, desde la generación hasta la disposición final.
“Le da herramientas al Ejecutivo mencionando y definiendo las diferentes figuras: la responsabilidad del generador, la responsabilidad del transportista y la responsabilidad del operador”, explicó.
Para el concejal, esta claridad jurídica es “vital”, especialmente para las empresas, ya que establece que la responsabilidad por el pasivo ambiental recae sobre quien obtiene un beneficio económico de la actividad que lo genera. Cardozo resumió la idea con un ejemplo puntual: “Si yo me pongo, por mencionarlo, una fábrica que genere residuos de cromo porque estoy obteniendo un beneficio económico a partir de cromar piezas, lo lógico y lo más normal como parte de una sociedad balanceada y en equilibrio es que yo cargue con los costos de la gestión de esos residuos”.
De esta forma, insistió a este Diario, esta normativa protege no solo al ambiente y a la ciudadanía, sino que también brinda seguridad jurídica a los inversores que buscan establecerse en la ciudad.
Participación ciudadana
También durante la sesión ordinaria de ayer, los ediles aprobaron la puesta en marcha del programa “Concejal al Barrio”, una iniciativa que busca acercar el trabajo legislativo a los distintos sectores de la ciudad a través de las Delegaciones Municipales y otras dependencias locales.






