El juez de Instrucción de esta ciudad, Leonardo Manuel Balanda Gómez, elevó a juicio una causa donde un hombre de 43 años está acusado de abusar sexualmente de su hijastra menor y en forma reiterada.
Fue al pedido del Fiscal de Instrucción y Correccional y de Menores 1 de Puerto Rico, Héctor Daniel Simon, quien consideró que la etapa instructora se completó, por lo que el expediente está en condiciones de ser requerido para debate oral y público.
Según la investigación, al encartado se lo acusa de manosear en sus partes íntimas a la víctima desde que tenía 9 años y hasta que cumplió los 12, indicó la resolución.
Los hechos se registraron en fechas no determinadas con precisión, sin embargo, sucedieron en las viviendas donde la familia residió, primero en la provincia de Buenos Aires y luego en Puerto Piray. El imputado era pareja de la madre de la niña.
Para los investigadores judiciales, el hombre aprovechó para cometer los abusos la situación de convivencia y la edad de la menor, como así también que su madre no se encontraba presente. También se lo acusó de exhibiciones obscenas y de procurar que la niña le muestre su cuerpo y la dejara tocar, a cambio de “darle todo lo que ella quería”, según figura en el requerimiento mencionado.
Actualmente el hombre se encuentra detenido debido a que el juez Balanda Gómez le dictó prisión preventiva.
Fue la madre de una compañera de estudio de la víctima quien en 2023 se presentó en la comisaría e inició la investigación del hecho. Es que la niña le confió lo que le estaba sucediendo a otra alumna de la que era amiga.
La denunciante refirió ante la policía de Puerto Piray “yo me enteré por mi hija, que es compañera de escuela de la víctima. Hablamos con una abogada y una psicopedagoga y nos sugirió ir a radicar la denuncia”.
Más adelante y en sede judicial, la misma testigo contó que “el comisario le pregunto a la menor que pasó, y ella le relató con detalles. Le dijo que fue abusada por el padrastro, que desde los 9 años había empezado cuando vivió en Buenos Aires y siguió después cuando vinieron a vivir acá para Puerto Piray”. Cuando declaró la madre de la niña, refirió que su hija, cuando iba de visita a la casa de su padre biológico y tenía que volver a su domicilio “se negaba a hacerlo, porque no quería que mi pareja (actualmente imputado) esté en la casa, ya que, según ella en una ocasión en la cual yo no estaba y ellos estaban solos, él le habría intentado manosear”. En Cámara Gesell la menor ratificó que fue manoseada varias veces, obligada a desvestirse y que el padrastro le exhibía sus partes íntimas, y que cuando esto sucedía quedaba “paralizada”.







