La presencia de un colibrí en el jardín o cerca de una ventana suele despertar alegría inmediata, pero para el Feng Shui esta visita va más allá de lo visual y encierra un mensaje espiritual y energético.
De acuerdo con esta práctica milenaria, el pequeño pájaro anuncia etapas de felicidad, equilibrio y amor en la vida de quienes lo reciben. Su vuelo constante, en busca de flores, simboliza además la dulzura en los vínculos afectivos y la renovación de la energía en los espacios.
Feng Shui: el significado del colibrí ingresando al hogar
El colibrí, pese a su tamaño, es considerado un portador de vitalidad y fuerza, ya que su capacidad para alcanzar grandes distancias y movimientos ágiles recuerda la importancia de la pasión y la claridad de los objetivos personales.

Entre los significados más destacados que se le atribuyen se encuentran:
Alegría y optimismo: llena el hogar de vibraciones frescas y positivas.
Amor y unión: transmite ternura y refuerza los lazos afectivos.
Vitalidad y fuerza: inspira a alcanzar metas con energía interior renovada.
Buena suerte y prosperidad: su llegada se interpreta como anuncio de abundancia y nuevas oportunidades.
Según el Feng Shui, cuando un colibrí entra en la casa o recorre el jardín, es señal de que el lugar cuenta con energía armónica, clara y atractiva, lo que fortalece el bienestar general de quienes lo habitan.







