Un barrio de Resistencia quedó conmocionado por un crimen que combina violencia intrafamiliar, adicciones y un macabro intento de ocultamiento. La víctima fue identificada como Rogelio Gauna, de 65 años, y el principal sospechoso es su hijo, Marcos Antonio Gauna, de 27, quien habría confesado haberlo ahorcado durante una discusión.El caso comenzó a salir a la luz cuando Fernando Gauna, hermano del acusado, denunció la desaparición de su padre al no lograr contactarse con él durante varios días.
Efectivos de la comisaría undécima se dirigieron hasta la vivienda familiar ubicada sobre la calle García Merou al 2900, en el barrio Vélez Sarsfield de Resistencia. Allí, en medio de un operativo, hallaron una escena estremecedora: el cuerpo de Rogelio estaba oculto dentro del freezer de la casa, donde llevaba al menos una semana.
Tras el hallazgo, Marcos Gauna fue detenido. En un primer momento intentó confundir a los investigadores con distintas versiones sobre el paradero de su padre. Sin embargo, ante las contradicciones y la presión policial, terminó por confesar que lo había ahorcado el 14 de agosto en medio de una pelea.Según su relato, la discusión comenzó cuando Rogelio se negó a permitirle vender bienes familiares para comprar drogas. La negativa habría desatado un ataque de furia que terminó en homicidio.
La causa quedó a cargo de la Fiscal de Investigación Penal N° 15, Candela Valdez, quien ordenó la detención del joven bajo la carátula de “homicidio”. En el procedimiento intervinieron el Gabinete Científico, Bomberos, el Departamento de Cibercrimen y el móvil Tanatológico, que trasladó el cuerpo al Instituto Médico Forense para la autopsia. También fue citada a declarar la pareja del acusado, Evangelina Edith Zarandon, de 37 años, quien brindó su testimonio a la Justicia.
Fuentes de la investigación señalaron que Marcos tenía un largo historial de consumo problemático de drogas, lo que había generado repetidos conflictos en el hogar. La relación con su padre se había deteriorado en los últimos meses y, según vecinos, las discusiones eran frecuentes.
“Era un hombre trabajador, tranquilo, nunca imaginamos que iba a terminar así”, contó un vecino del barrio. Otro agregó que la tensión entre padre e hijo era conocida en la zona.El caso, que todavía conmociona a toda la comunidad, puso nuevamente en debate la problemática de las adicciones y la violencia intrafamiliar como factores desencadenantes de tragedias irreparables.








