Hacía varios años que estaban en pareja y fruto de esa relación tuvieron un hijo, actualmente de cinco años. Pero en los últimos tiempos la convivencia entre ellos en la casa de Puerto Piray empezó a cambiar y se tornó cada vez más violenta. En mayo pasado, el sospechoso le destrozó el frente del vehículo, rompió electrodomésticos, e intentó incendiar la casa. Fue detenido ese misma día. Ahora la Justicia confirmó que seguirá detenido.
El juez de instrucción de Puerto Rico Leonardo Manuel Balanda Gómez, le dictó prisión preventiva por los delitos de “amenaza y daño en concurso real” y ordenó su traslado desde la comisaría donde estaba detenido a la Unidad Penal VII de Puerto Rico.
Las pruebas obradas en la causa lo señalan primariamente como autor y responsable de los hechos denunciados por su concubina, sumados a testimonios de vecinos del encartado obrados en el informe socioambiental, en el cual lo señalaron como una persona “mala” y violenta.
Unos días antes del hecho que detonó su aprehensión, era la hora del almuerzo, él se encontraba en compañía de su pareja y de su hijo, cuando en la mesa se desató una discusión.
Ante la declaración de la mujer de querer separarse, el hombre reaccionó diciéndole que eso nunca lo iba a lograr y que ni se le ocurriera intentar quedarse con bienes o dinero porque “la iba matar”.
Por lo que trascendió, ya había ocurrido una denuncia previa y el concubino la amenazó diciéndole que si otra vez tenía problemas con la policía, si quedaba detenido, cuando saliera “le iba a pegar un tiro en la cabeza”.
Ese día la situación lejos de calmarse escaló aún más. Entró a los límites de la vivienda un gato del vecindario. Él, enojado, lo mató golpeándolo con un hierro, acción que cerró con la frase, “nadie va salir vivo de acá”.
La última vez la situación se salió de control fue con una nueva discusión, esta vez porque el hombre no encontraba su suplemento vitamínico, lo encolerizó. La acusó de haberlo escondido.
Según la pesquisa, él reaccionó de forma violenta, pateó muebles y luego fue hasta el vehículo perteneciente a la mujer, lo puso en marcha y lo estrelló contra la pared, hecho que provocó daños en los faros y en el radiador.
En un descuido, ella subió al automóvil con su hijo y se fue de allí en dirección a la casa de su familia para pedir ayuda.
El hombre al ver que su mujer se había escapado rompió dos televisores, un lavarropas, una heladera, provocó destrozos en toda la casa y dañó los elementos de peluquería con los que trabajaba y ella tenía en la parte frontal de la vivienda.
Pero la situación no quedó allí, inició un fuego en la parte posterior de la casa y esto alertó a los vecinos que además ya se habían enterado de lo que sucedía debido a los ruidos y gritos que había en la casa.
El hombre arrojó al fuego objetos personales de su pareja como ser carteras y calzados. También hirió a la mascota de su hijo (gato) de una patada.
Minutos después regresó a la casa la mujer en compañía de su hermano y con policías. Iniciaron las primeras acciones para sofocar el fuego mientras aguardaban que llegaran los bomberos. En tanto al sindicado autor lo esposaron y llevaron a la comisaría.
“Iba a vivir un calvario”
Pasaron los días y la Justicia citó a la mujer para que brindara su testimonio acerca de lo que había sucedido. Relató que hacía diez años que estaban en pareja y en los últimos seis la relación comenzó a tornarse cada vez más violenta.
Se había separado varias veces y hasta hubo medidas de restricción de acercamiento. Pero intentaba recomponer la relación por el hijo que tenían en común.
Ella le decía que se fuera si quería, pero él le advirtió que nunca lo iba a hacer y que si ella intentaba apartarlo, la iba hacer “vivir un calvario”.
Acerca del día en el que se precipitaron los hechos, la mujer contó que él se enojó porque le prestó el vehículo a su padre.
Tras discutir rompió a patadas un ventilador y chocó el vehículo para que no pudiera volver a usarlo, según dijo la denunciante. También estimó que la intención de él era la de incendiar toda la casa, porque cuando llegaron con la policía las llamas ya habían afectado el cielorraso del fondo.
Respecto a la imputación por los daños, según la investigación, el acusado rompió una pata de cada una de las sillas y luego las arrojó sobre el fuego, con la intención que quedaran inutilizables. En este sentido también perforó de lado a lado la heladera con un hierro.





