Ermelinda Aranda de Odonetto falleció en Campana (provincia de Buenos Aires) el sábado 17 de julio de 1999, víctima de una afección pulmonar, para consternación de los integrantes del ámbito folclórico misionero.
Sus restos fueron inhumados en esa ciudad bonaerense, pero su recuerdo queda vivo e imborrable entre todos los que fueron sus alumnos y de los que, sin serlo, la conocieron como una precursora en la difusión y la enseñanza de las danzas folclóricas argentinas y misioneras.
Nacida el 7 de octubre de 1917 en Apóstoles, su figura fue honrada en vida al imponerse su nombre al escenario de la Peña Itapúa, a la sala de danzas del Centro Cultural Misiones y a la calle de Villa Cabello que nace en Tambor de Tacuarí y se prolonga frente a la iglesia en la chacra 150, hasta el Centro Español.
El rescate coreográfico de ritmos misioneros fue la meta trascendental que se propusiera “Doña Chiquita”. Como docente, sabía de la ausencia en las bibliotecas escolares misioneras de textos sobre la materia, por lo que escribió un libro (“Compilación de datos históricos y geográficos de danzas argentinas y regionales de la provincia de Misiones”) en el que volcó no solamente su experiencia como creadora y directora de la Escuela de Danzas Nativas Andrés Guacurarí, sino también sus investigaciones, realizadas en base a un serio trabajo de campo y a consultas a otros conocedores del tema.
Chotis y galopa

“Doña Chiquita”, una mujer alegre, locuaz y predispuesta para todo tipo de congresos, festivales y reuniones de folclore en la provincia, llevaba a esos encuentros sus investigaciones sobre el chotis y la galopa misionera.
Incansable en el desempeño de su función como “maestra de maestros” de la danza folclórica argentina, doña Ermelinda fue la profesora de muchos de los que dirigieron y dirigen escuelas y academias en Posadas y en el interior de la provincia.
Se recibió de maestra en 1939 y el colegio Pedro Goyena de Posadas la tuvo como primera directora e impulsora de su edificio escolar.
Su título de profesora de danzas lo obtuvo en el Conservatorio Fracassi, perfeccionándose luego -entre otros- en la ciudad de Santa Fe con el profesor Evaristo Mosqueda.
Madrina del Cosquín ‘61, fue una de las integrantes del Centro de Investigadores del Folclore de Córdoba y durante muchos años representó a la tierra colorada en el Festival del Malambo de Laborde.









