Comparto un extracto del último libro del Master Instructor en adiestramiento canino, Aldo Cecchi donde critica el conductismo en el adiestramiento canino: “Mi método está integrado y establecido dentro del marco de lo que se denomina tridimensionalidad. Su complejidad y alcance lo convierten en un enfoque que abarca el comportamiento, la emoción y la relación entre las partes. Esto se hace evidente al considerar que, sin una conexión fundada en una relación armoniosa con el aprendiz, y sin una gestión emocional efectiva para asegurar su comodidad, la asimilación de las enseñanzas necesarias se vuelve inalcanzable.
Es crucial reconocer que el aprendizaje ocurre a nivel cortical, la región más evolucionada del cerebro. Si se descuida la gestión emocional del aprendiz, colocándolo en situaciones defensivas debido a un trato hostil, se activarán las regiones primitivas del sistema nervioso, anulando así la función cortical e interrumpiendo cualquier esfuerzo de aprendizaje que intentemos implementar.
Además, es vital reconocer que el maestro y el aprendiz ocupan posiciones asimétricas de autoridad; ser un tutor amable no equivale a permitir un comportamiento irrespetuoso por parte del alumno, ya que esto también obstaculizaría el proceso de aprendizaje.
Es esencial reconocer que jerarquía y buen trato no son mutuamente excluyentes; más bien, coexisten en un enfoque equilibrado, más allá de recompensas y castigos.
Una persona sabia en los Estados Unidos una vez me aconsejó: “No encarnes al lobo, tampoco a la oveja; en su lugar, esfuérzate por ser el pastor de tu perro”.
Laura Kuperman
Educadora Canina.
376 4-636-551








