La emisión de fotones ultra débil (UPE) resulta de especies reactivas de oxígeno (ROS) generadas durante el metabolismo celular y los procesos de estrés oxidativo.
Cuando estas ROS interactúan con otras moléculas, crean estados excitados electrónicamente que liberan energía en forma de fotones.
La intensidad de esta luminiscencia biológica es extraordinariamente débil-aproximadamente de 10 a 1.000 fotones por centímetro cuadrado por segundo, lo que la hace de 1.000 a 1.000.000 veces más tenue de lo que el ojo humano puede percibir.
Este fenómeno es distinto de otros procesos productores de luz como la bioluminiscencia o la luminiscencia retardada, ya que es una emisión espontánea y permanente que ocurre universalmente en todos los sistemas vivos.
La UPE ha sido documentada en diversos organismos, desde células individuales hasta entidades multicelulares complejas, con su intensidad y características espectrales reflejando el estado metabólico del organismo.
En las plantas específicamente, la UPE alcanza su máximo en el espectro rojo/rojo lejano (700-750 nm) y es modulada por los mecanismos de desintoxicación celular y la concentración de oxígeno singlete en los tejidos.
Evidencia experimental en organismos
La innovadora investigación dirigida por el Dr. Daniel Oblak en la Universidad de Calgary demostró diferencias dramáticas en la UPE entre organismos vivos y muertos. Los ratones vivos emitieron significativamente más fotones que los fallecidos, los cuales mostraron prácticamente ninguna emisión, proporcionando evidencia directa de que la UPE está intrínsecamente vinculada a la actividad metabólica y cesa inmediatamente tras la muerte.
Este marcado contraste establece la UPE como un indicador sensible de vitalidad en los animales.
En estudios con plantas, los investigadores observaron que las lesiones mecánicas, los aumentos de temperatura y los agentes químicos estresantes desencadenaron incrementos sustanciales en la intensidad de la UPE.
Las áreas dañadas de las hojas emitieron mucha más luz que las regiones sanas debido al aumento del estrés oxidativo, con plantas como Arabidopsis thaliana, Hydrocotyle vulgaris y hojas de Ginkgo mostrando patrones distintos de UPE bajo condiciones de estrés.
La dinámica temporal de esta emisión en plantas como Helianthus annuus (girasol) ha sido modelada en función de los valores iniciales de intensidad, permitiendo a los investigadores monitorear las etapas fenológicas a lo largo del desarrollo de la planta de manera no invasiva.
Tecnología y métodos de detección
Las cámaras especializadas de dispositivo de carga acoplada multiplicador de electrones (EMCCD) con eficiencias cuánticas superiores al 90% han revolucionado la detección de UPE al capturar fotones individuales emitidos por tejidos vivos.
Estos sistemas de imagen altamente sensibles, incluyendo cámaras CCD criogénicas, permiten a los investigadores visualizar la distribución espacial y la dinámica temporal de la emisión de fotones que de otro modo permanecerían invisibles.
El equipo de la Universidad de Calgary desarrolló un sistema independiente de imagen UPE que mejoró significativamente la resolución y la sensibilidad en comparación con tecnologías anteriores. Para el análisis espectral, los investigadores emplean filtros de interferencia de paso de banda para caracterizar las longitudes de onda de emisión, revelando que la quimioluminiscencia vegetal ocurre principalmente en el dominio rojo/rojo lejano (>640 nm).
Los métodos de detección han evolucionado desde simples tubos fotomultiplicadores hasta sofisticados sistemas de imagen capaces de monitorear diferentes especies vegetales bajo diversas condiciones de estrés con una precisión sin precedentes.
Estos avances tecnológicos han transformado la UPE de un curioso fenómeno biológico a una métrica cuantificable para evaluar el metabolismo oxidativo en tiempo real, permitiendo el monitoreo no invasivo de la salud celular en diversos sistemas biológicos.
Aplicaciones e implicaciones futuras
Las aplicaciones prácticas de la UPE se extienden a múltiples campos, ofreciendo posibilidades revolucionarias para la monitorización no invasiva. En medicina, la UPE sirve como una herramienta diagnóstica prometedora para evaluar el metabolismo oxidativo y detectar condiciones patológicas, con posibles aplicaciones en la investigación de la medicina tradicional china.
Los investigadores agrícolas pueden aprovechar la UPE para evaluar el estrés de los cultivos y la salud de las plantas sin contacto físico, mientras que la industria alimentaria podría utilizarla para evaluar la calidad y frescura de los productos. De cara al futuro, aunque las pruebas en humanos enfrentan restricciones éticas, no existe ninguna razón biológica para creer que los humanos difieran de otros mamíferos en lo que respecta a la UPE.
Colabora Guillermo David Subreski Román








