Tres testigos ubicaron ayer en la escena del hecho al imputado por el crimen de Cristian “Chano” De Souza (22), quien fue acuchillado desde atrás en plena vía pública y cuando regresaba de una carrera de caballos junto a un grupo de amigos. Fue en el marco de la segunda jornada del juicio oral y público que se lleva a cabo en el Tribunal Penal de Eldorado.
El hombre que está en el banquillo de los acusados es Emilio Ortellado, un albañil de 58 años, quien en la primera audiencia declaró y dijo que “fue agredido por un grupo de jóvenes y que no recuerda más de lo sucedido”.

El encartado debe responder por el delito de “homicidio agravado por la alevosía”. El ataque mortal fue cometido a las 18 del domingo 6 de febrero de 2022, sobre la calle Morón del barrio eldoradense Alta Tensión. El primer testimonio que se escuchó ayer fue el de Andrea, de 21 años, quien integraba el grupo de amistades que caminaba con Cristian De Souza cuando fue agredido.
“Veníamos de una carrera de caballos, eramos varios entre jóvenes y menores. Íbamos a la casa de uno de nuestros amigos a comer chipa amasada y en esos momentos nos dirigíamos al domicilio de los suegros de ‘Chano’ a buscar un equipo de sonido. Él se adelantó unos 100 metros junto a su amigo Gastón, y recuerdo que iban charlando. Nosotros nos atrasamos bastante. Fue allí, que vimos que salió a la calle un hombre que peleaba con otra persona y que de repente corrió hacia ‘Chano’. En ese momento no sabíamos que le apuñaló o le hirió, justo empezó el griterío y todo eso. Sin embargo, el señor (por el imputado) vino hacia donde estábamos nosotros, porque allí tenía su motocicleta, y dice ‘yo me defendí, yo me defendí’”.
Luego la testigo, quien cursa un embarazo y se quebró en varias ocasiones, agregó que “yo no conocía a quienes estaban peleando cuando pasamos por ahí. Cuando ellos peleaban no vi el arma blanca, pero cuando se acercó hacia nosotros (el acusado) sí noté que llevaba un cuchillo y que lo limpiaba, y que luego lo guardó en la motocicleta creo que dentro de una canastita. Luego vi a ‘Chano’ que se recuesta contra un árbol, estaba lesionado, había sangre”.
Vale recordar que esta declaración coincidió con la de Carlos, otro amigo de la víctima y primer testigo en el debate, quien compareció el lunes pasado. En tanto que el segundo testimonio de ayer fue el de Gastón, de 21 años, quien iba junto a ‘Chano’ cuando lo atacaron.
“Volvíamos de una carrera de caballos, íbamos a comer algo para compartir y él me dice para ir a buscar el sonido de música a la casa de su suegra, que vive en el barrio Alta Tensión. Eran las 17.30 o 18, había luz aún. Fue entonces que pasamos por lo de un tal Francisco al que conocíamos de vista y que estaba discutiendo con alguien. En eso, ‘Chano’ saludó a Francisco, no recuerdo si le dijo ‘todo bien’ o si le estrechó la mano porque yo iba cabeza agachada, y seguimos nuestro camino. En eso todo fue muy rápido. Vemos que Francisco corre y atropella en casa ajena y el señor que discutía con él lo estaba corriendo, y al pasar empujó a ‘Chano’ y justo yo cambie de lado porque si no el que estaba acá hoy era mi amigo y no yo. ‘Chano’ reaccionó y le dio un golpe de puño al agresor, yo me di vuelta y corrí. Se ve que en ese momento le hincó”, recordó el joven quien también se quebró durante varios minutos.
Luego el testigo admitió ante las preguntas de la defensa que no llegó a ver al acusado portando un cuchillo. Por último, manifestó que “no hubo razón para la agresión a ‘Chano’, quien no tenía problemas con nadie”.
“Por favor llevame al hospital”
El tercer y último testimonio de ayer fue el de Darío, de 41 años, un vecino que escuchaba música con unos amigos frente a la escena del ataque a ‘Chano’ cuando todo sucedió.
“Estaban discutiendo entre Francisco, que tenía un palo en la mano y otro hombre (por el sospechoso) que tenía algo también pero no pude ver que era. Pasaron la víctima y su amigo y justo me fui a bajar el volumen cuando todo sucedió. Entonces ‘Chano’ vino corriendo y me dijo ‘Darío por favor me podés llevar al hospital, me hincaron’. Lo subí a la camioneta y se desvaneció. No lo llevé porque me dijeron que me podía pasar algo. Agonizó en mis brazos”, expresó entre lágrimas.





