Facundo Nicolás Chemes tiene 30 años y es uno de los cinco sobrevivientes del siniestro vial del martes 5 de marzo de 2019 sobre la ruta nacional 12 en Gobernador Roca. Declaró ayer en el reinicio del juicio oral a Horacio Andrés González acusado por “homicidio, lesiones graves y gravísimas culposas”, y detalló el instante en que “se me terminó la alegría”.
En la tragedia vial perdieron la vida sus amigas Melina Tamara Sosa Labandera “Meli”, arquitecta posadeña de 25 años y Mariela Melisa Caram “Pipita”, mendocina de 27 y profesora de educación física. Las lesiones gravísimas le quedaron para siempre a Samir Gabriel Daou (33) también mendocino y profesor de educación física.
Todos acompañantes en el Ford Fiesta que conducía el encartado, de acuerdo al expediente elevado a juicio por el juez de Instrucción 2, Juan Manuel Monte. Las víctimas restantes fueron un padre e hijo que transitaban en una camioneta Chevrolet S10 y con la que el automóvil impactó en un presunto adelantamiento en el casco urbano de Roca.

Chemes explicó que durante los días de carnaval de 2019 jóvenes sirios libaneses de varios puntos del país se congregaron en Posadas para el recambio de autoridades de sus distintas organizaciones. Por tal motivo Daou y Caram viajaron a Misiones, con la intención recreativa de conocer las Cataratas del Iguazú.
“Era un viaje de amigos y ante las insistencias de la pareja de Meli (Horacio Andrés González) se bajó un amigo mío y de ella para sumarlo a él. Meli iba en el asiento de acompañante delantero, era el auto de su familia y Andrés manejaba, lo recuerdo bien. No había nada raro que recuerde íbamos charlando normal, pero el conductor estaba apurado, por ejemplo, no quiso parar a comprar chipa en Santa Ana”, abrió el relato ayer ante la jueza Correccional y de Menores 1, Marcela Leiva quien encabeza el debate que se inició el 23 de mayo.
“En Roca me da la impresión que intentó pasar un vehículo en una subida y cuando apareció la camioneta cerré los ojos porque pensé que chocábamos y me moría. Se me terminó toda la alegría en ese instante”, manifestó Chemes. Respecto a las lesiones que arrastra desde entonces, explicó: “Tengo operaciones en la cadera, placa y clavos, la mandíbula partida con clavos. Perdí sensibilidad en la boca”, lo dijo mientras en su mano mostraba un frasquito con los clavos que le colocaron en la mandíbula.
“Tengo la marca tatuada del cinturón de seguridad. La tengo en el pecho (mostró la herida a la jueza). La conducción era rápida, apurada y varios amigos ya le habíamos dicho que bajara la velocidad. Pero nunca imaginé que íbamos a sufrir un siniestro como este. Fue la alta velocidad y la imprudencia las que mataron a ‘Meli’ y a ‘Pipita’”.
Agregó al contexto Chemes: “‘Pipita’ y Samir querían conocer las Cataratas. Ellos en 2018 me llevaron a conocer la nieve en Mendoza. ‘Pipita’ era profe de educación física como Samir. Ella era una militante política activa, vivió dos años en El Líbano en los campos de refugiados asistiendo a niños. ‘Meli’ en tanto, era mi amiga, mi hermana, mi familia. La ‘polaca’ estaba siempre al lado. Jugaba al básquetbol, estudió arquitectura en Buenos Aires y apenas se recibió trajo a Misiones los jardines verticales, su sueño era hacerle la oficina al padre. Un edificio de tres pisos, el de arriba para ella y los de abajo para su papá”.
Actitud posterior
Respecto al acusado y su actitud posterior al siniestro, sostuvo: “Me sorprendió mucho. A mí no me lo contaron, yo estuve adentro de ese automóvil. No podía entender cuando lo vi en Canal 12 que mentía que yo fui el que manejaba y que él era una pobre víctima. Salió por todos lados a repetir eso. Hablaba cuando Samir estaba internado en Mendoza y le llegaban cartas documento acusándolo a él de esto”.
Chemes recordó un hecho posterior grave: “Después en San Javier, en febrero de 2020 se me acercó un familiar de Andrés González, un policía que me dice ‘qué te pasa, querés seguir viviendo. Tenés que tener cuidado con lo que andás diciendo’. Sentí mucho miedo en ese momento. Hoy ya no lo tengo porque tengo la posibilidad de contarlo y remarcarlo: no había otra posibilidad que ése auto no lo manejara Andrés González”.
“Hacer ese viaje fue una mala elección, nunca imaginé este accionar imprudente. Le rompió la vida a un montón de gente, las personas de la camioneta también. Nunca se acercó a hablar González. Cuando lo escuché decir en el Festival del Litoral que le dedicaba una canción a ‘Meli’ y que había hablado con los que sobrevivimos le escribí y le pedí que habláramos los dos solos, que nos juntáramos y que hable conmigo. No quiso hacerlo, me respondió que no iba a salir corriendo por mi”.
Pericias
Otro de los testigos ayer fue el jefe de la Dirección Policía Científica, Juan Carlos Vázquez, quien realizó una ampliación en la causa con un informe solicitado por el juez instructor de la causa.
Vázquez remarcó que no se pudo establecer la velocidad de los vehículos que colisionaron a las 8.25 del 5 de marzo de 2019, porque no se registraron rastros o huellas de frenadas sobre el asfalto. “El impacto consume la velocidad y eso queda marcado en los daños estructurales del automóvil y la camioneta”.
Destacó que por los análisis del punto de la colisión y los puntos de destrozos se entiende que el Ford Fiesta se cruzó al carril contrario en una acción de sobrepaso e instintivamente el conductor al ver la Chevrolet de frente, giró hacia su izquierda y la colisión fue sobre el costado derecho donde viajaban las dos jóvenes que murieron en el acto.
También informó que del análisis de las lesiones informadas en el expediente por el sumario policial determinaban que González condujo el Ford Fiesta y que resultó clave para su salud que se activara el airbag. De su estudio rescató a su vez que, Daou viajaba en el asiento trasero, en el medio y Chemes a su izquierda detrás del conductor.
Respecto al mendocino dijo: “El pasajero trasero no tenía cinturón de seguridad puesto y entre el espacio de los asientos delanteros la velocidad del automóvil se le trasladó al cuerpo, por eso sufrió muchas lesiones”.
Hoy, desde las 8.30, en la sala de audiencias de los juzgados correccionales y de menores de la avenida Centenario casi Santa Catalina, detrás del Palacio de Justicia provincial, se oyeran los alegatos de las partes en este debate.
La fiscal Correccional 2, María Laura Alvarez abrirá la jornada para que luego los abogados defensores del cantante y músico Andrés González, Martín Federico Tilli y Daniel Patricio Zapana cierren los alegatos y se abra el cuarto intermedio de análisis y veredicto de la jueza Marcela Alejandra Leiva.








