Al igual que con las personas, los factores que influyen en el carácter del perro son el entorno y la socialización. La etapa en la cual aprende a socializar, entre tres y doce semanas de vida, es cuando aprende a relacionarse con otros miembros de su especie, con otras especies, y con estímulos del entorno con los cuales convivirá.
Las experiencias negativas dejaran huella en forma de miedos y conductas difíciles de modificar. Es cuando aprende cuáles son las consecuencias de sus acciones, por lo que en el futuro se comportará en consecuencia. Es posible que reaccionen con hostilidad, puesto que perciben como amenaza, hacia aquellos estímulos con los cuales no ha socializado de cachorro.
Es un factor determinante en perros de razas denominadas, según ciertas legislaciones, como “potencialmente peligrosas”. Cabe destacar que dicha clasificación tiene en cuenta principalmente, más que la conducta, la capacidad física de causar daños graves en caso de ataque a otro animal o a una persona.
Se consideran factores como el tamaño, la musculatura o la mandíbula; y la dificultad que puede tener su propietario para retenerlo en tales circunstancias. No se trata de que estos perros sean más propensos a atacar, sino que en caso de hacerlo pueden causar más daño: claramente, no es lo mismo la mordedura de un pitbull que la de un chihuahua.
Los factores que determinan si este perro será propenso a atacar siguen siendo la socialización y el entorno en el que hayan sido criados.
Laura Kuperman
Educadora Canina.
376 4-636-551








