Un joven misionero que llevaba dos años oculto en la localidad correntina de Itá Ibaté fue detenido esta semana luego de que se descubriera que tenía un pedido de captura activa por un brutal crimen cometido en la provincia de Misiones en 2017.
El detenido está acusado de haber participado en el homicidio de su abuela, a quien asesinaron, enterraron en un pozo y prendieron fuego en la localidad de Candelaria.
Según informó el Diario Época, el detenido es Luis Duarte, de 23 años, apodado “Polaquito”, oriundo de Misiones. Fue capturado por efectivos de la comisaría de Itá Ibaté durante un patrullaje preventivo, luego de que fuera observado en actitud sospechosa y se confirmara su identidad. Pese a su bajo perfil, el joven fue reconocido tras una denuncia anónima y al chequear sus antecedentes, surgió la orden de captura vigente emitida por la Justicia misionera.
Según la investigación, Duarte estaba vinculado a un hecho ocurrido en 2016, cuando tenía 17 años. En ese entonces, habría formado parte de un grupo de jóvenes que ingresó a la vivienda de una mujer conocida como “Neris”, de 57 años, en la localidad de Candelaria, en el marco de un intento de robo. La mujer era su abuela. La causa generó gran conmoción en la comunidad, ya que tras el crimen, los agresores incendiaron la casa y enterraron el cuerpo en un pozo.
Las pericias realizadas por los bomberos y la Policía de Misiones revelaron que el incendio fue intencional y formaba parte del intento por ocultar el crimen. En el patio de la vivienda hallaron restos de utensilios, un machete y otros elementos de escaso valor que no fueron sustraídos, lo que alimentó la hipótesis de un robo fallido con desenlace violento. El testimonio de los vecinos fue clave para orientar la investigación, que derivó en la detención de cinco sospechosos. Duarte, entonces menor de edad, logró evadir la prisión y, una vez alcanzada la mayoría de edad, desapareció de la zona.
Recién en los últimos años se supo que se había instalado en Itá Ibaté, en una vivienda precaria y alejada del centro. Trabajaba haciendo changas como podador, albañil o cortador de pasto, según relataron los vecinos, que aseguraron que nunca causó problemas visibles. Sin embargo, también señalaron que era consumidor habitual de alcohol y marihuana.
Tras su detención, quedó alojado en una dependencia policial de Corrientes, a la espera de ser trasladado a Misiones para enfrentar a la Justicia. Desde el Juzgado interviniente ya se iniciaron los trámites para su extradición.







