Otoño, un festival de colores, la naturaleza todo lo pregona con sus alfombras doradas en el suelo. Es así como nosotros somos sensibles a estas variaciones, mucha alergia, pieles grisáceas.
También nos volvemos más contemplativas, reflexivas. Por otra parte, al desprenderse el árbol de su follaje, permite que la naturaleza toda, incluyendo a los seres humanos, nos beneficiemos con la luz solar atravesando sus ramas.
¡Qué hermosa experiencia la del desprendimiento y renovación! Tomemos este ejemplo de la naturaleza para desprendernos de aquello que física y emocionalmente ocupe un lugar innecesario en nuestras vidas. Nada mejor entonces que consultar por una renovación celular a fin de quitar esas células muertas, buscar una piel más iluminada y bien humectada. Los peeling se pueden hacer en cualquier estación del año,la profesional indicará cual es el más apropiado según tu tipo y estado de la piel.
Así como nos desprendemos de esas células secas que no dan buen aspecto a nuestro rostro también aprendamos a desprendernos de otras cosas, ropas, libros que ya no usamos.
También alguien puede necesitar. ¿Qué otra cosa tendrías que dejar caer? Te invito a que dejes caer el orgullo, puedes recurrir a sesiones de masofilaxia relajante y aromoterapeútica, para permitirte un tiempo para estar a solas con tu yo interno.
Suelta todo lo que no te no te permita vivir armónicamente pero antes debes tener claro qué te hace ruido interno para aprender a soltar. Baila, canta, medita, realiza caminatas y regálate una limpieza de cutis en casa, una sesión de relax con un té detox sin culpas porque te lo merecés, además tu cuerpo y tu mente te están pidiendo.
Elena Cacerez Echevarria
Cosmiatra
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