Acumulación de basura, aguas estancadas, perros potencialmente peligrosos sueltos, falta de iluminación y una creciente sensación de abandono. Con estas problemáticas dicen lidiar, cotidianamente, los vecinos del Complejo Andresito conocido como “las 90 viviendas”, en esta ciudad.
Hartos de hacer reclamos por las vías que corresponden -por nota a la Municipalidad- salieron a exigir respuestas urgentes ya que, según relataron a PRIMERA EDICIÓN, presente en el lugar para registrar fotográficamente la situación, “las problemáticas se arrastran desde hace años sin solución efectiva”.
Sin embargo, el más reciente temporal, que la semana pasada azotó ferozmente la provincia, fue el detonante de la denuncia pública: por algunas las calles del complejo todavía no se puede transitar debido a los innumerables cables sueltos y por la gran cantidad de árboles que siguen tumbados obstruyendo la circulación y contribuyendo al peligro.

Además de la desidia en la atención por los efectos de la tormenta, Lorena M, expresidenta barrial contó a este Diario que “el tema de la basura es el principal problema; el Municipio no se hace responsable. El camión pasa una vez cada tres o cuatro semanas, y solo lleva los residuos domiciliarios. Las chatarras, ramas, hojas, quedan ahí, acumuladas”, resumió la vecina, quien vive en la primera etapa del complejo, una de las áreas más afectadas por el estado de abandono.
Según explicó el problema se agrava cuando la recolección parcial genera minibasurales en las esquinas, porque las bolsas se depositan en las esquinas “pero como no se retiran nunca, por una cosa u otra se revientan, y los basureros ya no levantan eso porque está todo roto”, agregó la mujer.
De acuerdo a sus declaraciones, el complejo de viviendas también arrastra problemas de infraestructura: la falta de desagües adecuados genera acumulación de agua en varias esquinas. “Fíjese acá, está todo estancado, agua podrida. Acá a la vuelta también”, señaló tras mostrar las canaletas obstruidas por falta de mantenimiento.
La oscuridad en gran parte del barrio es otro de los puntos críticos. “Estamos en lo que es la oscuridad total. Allá atrás hay una boca de lobo. Y en la cancha, también hay basura y poca iluminación”, describió. Y luego agregó que la inseguridad es una preocupación latente. “Hay perros sueltos, algunos agresivos, que suelen atacar; es un grave problema. Y en cuanto a robos, hay comentarios de que pasan cosas, pero la policía casi ni recorre. No se ven los móviles”, lamentó.
A eso se suma otro fenómeno cada vez más frecuente en la avenida de las Américas: las picadas de motos nocturnas. “Cero control. Nada. Ni tránsito, ni patrulla urbana. Nadie hace nada”.
“La Municipalidad está al tanto”
Los vecinos aseguran que el Municipio está al tanto de todas estas problemáticas. “El Intendente (Luis Ripoll) sabe todo esto. Pero nunca hizo nada. Hace años estamos así”, reiteró la expresidenta barrial. Algunos de los denunciantes participaron con ella en la comisión y pese a que aseguran seguir canalizado formalmente estos reclamos, hasta ahora siguen “sin recibir respuestas efectivas”.









