El anuncio del blanqueo de capitales que permitiría a los argentinos utilizar sus ahorros no declarados -los llamados “dólares del colchón”- para operaciones como la compra de autos e inmuebles despertó expectativas en dos sectores clave de la economía misionera.
Con matices, tanto Fabián Malarczuk, secretario de la Cámara de Comercio Automotor de Misiones, como Jorge Ferreira, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Misiones (CIM), coincidieron, en una entrevista con FM 89.3 Santa María de las Misiones, en que si se garantiza seguridad jurídica, el flujo de estos fondos podría dinamizar las ventas, aunque advirtieron que el proceso no será inmediato.
Automotores
Malarczuk explicó que se trata de “una medida largamente esperada” y que los concesionarios celebran que se les quite la carga de responsabilidades propias del Estado, como la de informar operaciones sospechosas. “A mí me habían designado como sujeto obligado por la UIF. Tenía que estudiar a los clientes que querían comprar vehículos de alta gama y hacer reportes si sospechaba que lavaban dinero. Una barbaridad, era trabajo del Estado, no nuestro”, recordó. Para el representante del sector automotor, esta reparación histórica de los ahorros se dirige principalmente al “ahorrista típico”, esa persona que, a lo largo del tiempo, fue comprando dólares en el mercado informal con pequeños excedentes de su sueldo o de alguna transacción comercial.
“Con los años, esos pequeños ahorros suman un monto considerable, suficiente para comprar un auto o una propiedad”, señaló. Pero como no podían justificar el origen del dinero, quedaban fuera del circuito formal”, indicó.
El nuevo régimen permitiría incorporar esos fondos a operaciones legales sin riesgo de ser perseguidos en el futuro por evasión.
“Es fundamental que el Congreso apruebe una ley que respalde al decreto presidencial. Si no se blinda, nadie se va a animar a usar esos dólares, por temor a que un próximo gobierno de otro signo político los investigue”, advirtió Malarczuk.
Inmobiliarias
Ferreira, desde el sector inmobiliario, también fue enfático: “Lo que hoy tiene retenido al mercado es la desconfianza. Hay mucha gente con la voluntad de invertir, pero teme que mañana le golpeen la puerta por haber declarado dólares que nunca pasaron por el sistema bancario”.
Según detalló, el blanqueo sería una forma de corregir esa distorsión: “Hay ahorros que se hicieron con esfuerzo y que quedaron afuera del sistema por las políticas erráticas de los últimos gobiernos. No se puede tratar igual a un narco que a un comerciante que compró cien dólares cada mes”.
El titular de la CIM agregó que, en condiciones normales, “cualquier medida que elimine trabas al movimiento de capitales y genere previsibilidad tendría un impacto positivo en la actividad”.
Sin embargo, coincidió con Malarczuk en que “no será una reactivación inmediata. Esto va a llevar tiempo, porque los compradores van a esperar a ver si efectivamente hay garantías jurídicas y si el blanqueo no se convierte en una trampa”.
En el caso del mercado automotor, el empresario explicó que ya comenzaron a llegar consultas.
“Hay gente que se acerca con dólares en efectivo, preguntando si pueden usarlos para comprar vehículos. Lo primero que les decimos es que sí, que los aceptamos siempre que estén en buen estado. Algunos traen billetes que estaban guardados hace años, con gomitas pegadas, rotos o deteriorados. Y eso puede complicar la operación, porque el valor del billete también cuenta”, contó.
Según estimó, para concretar una operación de compra hoy, hay que tener al menos el 50% del valor del vehículo.
“Puede ser en pesos, en dólares o entregando otro auto como parte de pago. El resto se puede financiar hasta en 48 cuotas”, explicó. En su concesionaria, el auto usado más barato disponible es un Ford Fiesta 2010 a 9,5 millones de pesos, y el más caro, un modelo 2022 que cuesta 39 millones.
“Los clientes están eligiendo mucho la financiación UVA, porque con la inflación en baja, la cuota se mantiene. Además, hacen cuentas y eligen financiar a dos o tres años, lo que le queda al actual Gobierno, por si cambia la política económica”, detalló.
En el sector inmobiliario, Ferreira apuntó que el efecto sería similar.
“Un blanqueo serio genera confianza, y la confianza mueve el mercado. Hay muchas operaciones que están trabadas porque el comprador tiene los dólares, pero no puede justificar su origen. Si eso se soluciona, veremos más movimiento”, aseguró.
Sin embargo, se mostró cauto con los tiempos: “La recuperación del sector va a depender de cómo se reglamente todo esto. No se trata solo de una cuestión fiscal, sino también de seguridad jurídica”.
Moderación, “falta más seguridad”
El presidente del Consejo de Profesionales de Ciencias Económicas de Misiones, Mariano Amable, analizó los anuncios del Gobierno nacional sobre blanqueo de capitales y simplificación fiscal.
“Se trata de un paquete que busca eliminar regímenes de información y proponer una nueva forma de liquidar impuestos, pero todavía falta que se complemente con normativa legal”, afirmó en diálogo con FM de las Misiones.
Consideró que el Ejecutivo aprovechó el resultado de las elecciones recientes en CABA para lanzar el “plan que llamaron reparación histórica de los ahorros de los argentinos”, y que en la práctica incluye la eliminación de exigencias que afectaban a bancos, escribanos, comercios y vendedores de autos.
“Había una maraña de obligaciones con montos desactualizados. Se informaban operaciones que después nadie procesaba, porque no hay capacidad para hacerlo”, explicó.
Amable señaló que esta primera etapa incluye resoluciones de ARCA y que se esperan definiciones de otros organismos, como la UIF (Unidad de Información Financiera).
“Hay que recordar que existen leyes como la antilavado o la de procedimiento fiscal, que son de fondo. Por eso decimos que todavía faltan normas que den un poquito más de seguridad a este tipo de iniciativas”, remarcó.
El especialista encontró algunos baches en el anuncio oficial.
“Decimos que por ahí hay alguna contradicción, porque incluso en las normas el Gobierno dice ‘sin perjuicio de cumplir la normativa vigente en materia de lavado’. Pero hay que modificar la ley para que eso sea posible”, apuntó.
Sobre el nuevo régimen simplificado de Ganancias, indicó que aún no hay norma publicada, pero el anuncio oficial sugiere que “se dejará de mirar la variación patrimonial y el consumo, y se pondrá el foco en ingresos y gastos. Incluso se plantea que en mayo de 2026 el sistema proponga una liquidación que el contribuyente pueda aceptar o modificar”. También habría mayor libertad de movimientos para monotributistas y asalariados.
“Antes, si el movimiento financiero excedía a la categoría del monotributo, eso podía complicar la recategorización. Ahora se eliminan esos controles. Lo mismo con los asalariados: cualquier compra o transferencia podía generar reportes bancarios”.
Por último, opinó que la clave será la confianza. “Esperemos que esto dinamice la economía. La gente tiene que ver si confía o no. Porque hoy se libera el uso de ahorros, pero todavía hay riesgos que no están resueltos”, sentenció.









