Desde Brasil, un familiar de Alejandro Ribeiro (34) intentó comunicarse con él enviándole mensajes y llamados, pero no respondía. A las pocas horas lo halló asesinado en su vivienda de San Antonio. Por ese hecho detuvieron a un adolescente que lo asistía, a la novia de este y al tío de esta última. La investigación estableció quién fue el autor y el último que quedaba detenido recuperó la libertad hace pocos días.
Según pudo saber este Diario, al hombre de 31 años que iba en la camioneta junto al jovencito y su sobrina, le fue dictada la falta de mérito en la causa. Esto no implica que haya quedado exonerado, sino que por el momento la justicia no halló elementos para ubicarlo como cómplice o partícipe del homicidio del productor yerbatero y tabacalero en diciembre pasado.
Por lo que se sabe de la investigación, el adolescente de 16 años que trabajaba para Ribeiro asistiéndolo como su secretario, fue el autor del crimen pero por su edad es no punible. Fue él quien luego de apoderarse del botín que le sustrajo al hombre, tomó la camioneta y pasó a buscar a su novia y al tío de ella para ir a comprar algo.
Esa fue la reconstrucción acerca de lo sucedido luego que supuestamente acabara con la vida de Ribeiro ahorcándolo con un lazo. Fue por ello que a cinco meses de lo sucedido, no pudieron hallar participación de la adolescente y de su tío en el crimen. Por eso el hombre fue liberado por orden del Juzgado de Instrucción 3 de Puerto Iguazú. La joven también al ser menor de edad no iba ser alcanzada por la responsabilidad penal, pero tampoco habría tenido que ver con el asesinato.
Fue el 19 de diciembre cuando la madre de Alejandro preocupada porque no sabía nada de él, le pidió a su sobrino que lo llamara o fuera hasta el domicilio en el barrio Nuestra Señora de Fátima.
Ribeiro estaba en silla de ruedas luego de sufrir un accidente. Había cobrado una cifra millonaria por la indemnización por ese siniestro y su secretario lo sabía.
Había muerto por ahorcamiento y también tenía lesiones en los párpados y tabique nasal. Fue golpeado antes de ser asesinado, según determinó la autopsia posteriormente.
Informados del caso, investigadores de la UR-V comenzaron las averiguaciones acerca de la autoría del hecho y supieron que la única persona que lo frecuentaba en la casa era el adolescente, quien lo llevaba y traía en la camioneta Toyota Hilux propiedad de Ribeiro. Justamente, el vehículo no estaba en la vivienda.
El primo y la hermana de la víctima se cruzaron con la camioneta con los tres ocupantes en una estación de servicio. El adolescente que la manejaba les dijo que Alejandro estaba en Puerto Iguazú. No les creyeron, fueron hasta la casa y lo hallaron muerto.
La policía interceptó a los sospechosos. En el vehículo hallaron el monto robado a la víctima (7.282.560 pesos).









