A veces tenemos la intención de hacer un cambio, comenzar un proyecto, cambiar de trabajo, iniciar un nuevo negocio, y estamos paralizados queriendo saber todos los pasos a seguir de principio a fin para alcanzar el éxito.
Esto no solo no es posible, sino que nos impide iniciar, caemos en el error de pensar que necesitamos más capacitación, más tiempo, más experiencia, más de algo, y esto bloquea cualquier progreso.
La verdad es que lo único que necesitamos saber es cuál será el próximo paso. La acción es el puente entre lo que soñamos y lo que logramos, y esa acción comienza con un paso.
Enfocarnos solo en el próximo paso nos enseña a no querer tener todo controlado, es abrirnos a nuevas posibilidades y confiar en que tenemos lo necesario y que a su debido tiempo las personas correctas aparecerán. El próximo paso, si lo damos con enfoque, con pasión, aportando valor, abre la puerta para el siguiente paso.
Cuando nos concentramos solo en el próximo paso, nos estamos diciendo a nosotros mismos “yo creo en vos”. También estamos enviando un mensaje al universo infinito de que estamos abiertos a recibir oportunidades, dispuestos para dar nuestro aporte al mundo, en la manera en que se vaya presentando.
Cuando soltamos el control, y solo nos enfocamos en el momento presente dándolo todo, en ese próximo paso, es ahí cuando la vida nos sorprende con situaciones que no imaginamos.
Centrarnos solo en el próximo paso nos da claridad, aumenta nuestra productividad al estar enfocados, disminuye el estrés de pensar que tenemos muchas cosas por hacer, y saca lo mejor de nosotros mismos.
Recuerda, cuando vayas a iniciar cualquier proyecto, laboral o personal, no necesitas tener todo resuelto, solo necesitas estar dispuesto o dispuesta para dar el próximo paso.
Natalia Moyano
Contadora con
corazón de escritora
[email protected]








