Cuando te das cuenta de que eres creador de tu realidad,
comienza la danza entre el victimismo y la responsabilidad
entre querer seguir creyendo que las cosas te suceden
o hacer que éstas a vivir el Paraíso te lleven.
El deseo de cambiar da el inicio
de dejar atrás una realidad creada al vicio,
entiendes que el pensamiento es el motor de tus creaciones
y promueves el cambio para las nuevas realizaciones,
más es el sentimiento que se imprime al imaginar
el que plasma en la materia lo que queramos crear.
La imaginación disciplinada es la mayor virtud
que nos saca de una vida de esclavitud.
“La disciplina de la mente es el arte supremo de la vida. No puedes esperar transformar tus circunstancias si permite que tus pensamientos sean gobernados por el caos externo, por tus emociones descontroladas.
La imaginación disciplinada es la clave para moldear la realidad. Requiere práctica, paciencia y determinación inquebrantable para mantener tu atención enfocada únicamente en lo que deseas experimentar. Sabe que el mundo exterior es un reflejo del mundo interno. Aprende a ignorar las distracciones, a trascender las dudas y a persistir en tu visión, incluso cuando parezca que nada está sucediendo.
Disciplina no significa lucha sino elecciones conscientes, significa elegir una y otra vez que vivirás desde el estado de tu deseo cumplido, que te moverás en el mundo con la confianza de que ya eres aquello que deseas ser. Cuando logres esta maestría sobre tu imaginación, descubrirás que no existen límites para lo que puedas manifestar”, Neville Goddard.
“Si los que nos rodean son problemáticos, no tenemos más que cambiar deliberadamente nuestros pensamientos respecto a ellos, y enseguida cambiarán ellos también, porque tu propio concepto es lo que tú ves. Este procedimiento ha sido probado miles, acaso millones de veces; y nunca falla si se aplica de buena fe. A veces es hasta divertido verlo funcionar con la precisión de un reloj”, Emmet Fox.
La materia responde a la conciencia, el observador, por lo tanto, tú puedes diseñar el futuro que quieras.
Graciela del Carmen Zaimakis de Abraham
Escritora/ Escuela de Pensamiento
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