Un estudio reciente realizado por el portal de empleos Bumeran reveló que el 77% de los trabajadores argentinos pensó en renunciar a su empleo debido a una mala relación con sus jefes. Este porcentaje representa un aumento significativo respecto a años anteriores, mostrando un crecimiento de 7 puntos porcentuales en comparación con 2024 y de 25 puntos respecto a 2023.
El informe, que encuestó a casi 3.000 trabajadores y especialistas en Recursos Humanos de varios países latinoamericanos, buscó analizar el estado actual del liderazgo en las organizaciones y su impacto en la retención del talento. En Argentina, el 64% de los empleados no considera a su superior un verdadero líder, cifra que también ha aumentado en el último año.
Los trabajadores identifican varias conductas negativas en sus jefes que contribuyen a este malestar laboral. Entre ellas, destacan la falta de motivación hacia el equipo, la ausencia de oportunidades de crecimiento, la imposición autoritaria y el limitado apoyo a las necesidades del personal. Estos comportamientos generan un ambiente laboral poco saludable y refuerzan la percepción de falta de liderazgo efectivo.
Desde el punto de vista de los especialistas en Recursos Humanos, el desempeño de los líderes dentro de las empresas es evaluado como regular o deficiente por el 66% de ellos. Sin embargo, reconocen que el liderazgo es una función vital que debe ir más allá de la autoridad, implicando la capacidad de inspirar, comunicar claramente, establecer metas y actuar con honestidad y transparencia.
Para mejorar esta situación, muchas organizaciones implementan capacitaciones, coaching y planes de desarrollo personalizados para sus líderes. En casos más complejos, se considera la reubicación o incluso la desvinculación del cargo. La mayoría de los expertos prefiere ofrecer recursos para fortalecer el liderazgo antes de tomar medidas drásticas.
A pesar del desencanto con los jefes actuales, un alto porcentaje de empleados argentinos (83%) cree tener cualidades para liderar, aunque esta percepción ha disminuido en comparación con años anteriores. Además, el 87% manifestó su deseo de tener la oportunidad de liderar un equipo, motivados por mejorar el ambiente laboral y contribuir al crecimiento organizacional.
El estudio evidencia que la relación con el jefe es un factor decisivo para que los trabajadores permanezcan o no en una empresa. La transformación del jefe tradicional en un líder que inspire, escuche y promueva el desarrollo colectivo es urgente para mejorar el clima laboral, la productividad y la retención del talento.
En síntesis, el desafío actual es cambiar modelos de liderazgo autoritarios por otros basados en la motivación y el acompañamiento. Esto permitirá crear ambientes laborales saludables y competitivos, donde los empleados se sientan valorados y motivados a crecer dentro de las organizaciones.
Fuente: TN Noticias









