Un grupo de científicas argentinas del CONICET y la Universidad Austral logró un avance prometedor para prevenir el dolor neuropático causado por la quimioterapia en pacientes con cáncer. La investigación incluyó la aplicación de componentes de cannabis medicinal, con resultados prometedores.
En comunicación con FM 89.3 Santa María de las Misiones la directora del Laboratorio de Dolor en Cáncer del Instituto de Investigaciones en Medicina Traslacional, Florencia Coronel, contó que “los pacientes con cáncer en su gran mayoría reciben como tratamiento quimioterapia y los fármacos quimioterápicos tienen algunos efectos adversos”.
Sucede que “ese daño de los nervios puede llevar a alteraciones de la sensibilidad y a desarrollo de dolor persistente”, añadió. El equipo se propuso investigar si ciertos componentes del cannabis, administrados en formulaciones farmacéuticas orales, podrían evitar estas alteraciones nerviosas y el dolor asociado. “Identificamos que sí, que estas formulaciones podían prevenir el dolor que se llama dolor neuropático porque deriva de una lesión del sistema nervioso”.
Para ello, se utilizaron dos compuestos principales del cannabis: el THC y el CBD. “Son dos compuestos que administramos en dos formulaciones con diferente composición, o sea, con diferente cantidad y proporción de estos dos componentes en nuestro modelo experimental”, explicó la investigadora.
Aclaró que, por ahora, se han dado resultados positivos en modelos experimentales en laboratorio, pero “en algún momento van a poder impactar y generar una mejor calidad de vida de los pacientes con cáncer”.
Coronel señaló que, como cualquier nuevo tratamiento, es necesario pasar por distintas etapas de evaluación “en donde se demuestra que el medicamento no tiene efectos adversos y sí tiene efectividad terapéutica”. Precisó que el proceso incluye, más adelante, comenzar con pequeños grupos de pacientes para luego ampliar los estudios en condiciones controladas.
Respecto a la dificultad para tratar el dolor neuropático inducido por quimioterapia, indicó que “es un dolor refractario, o sea, que cuesta lograr disminuirlo, que no responde a los tratamientos habituales; por eso es importante tratar de buscar una alternativa”. Además, resaltó que este dolor “es potencialmente prevenible” porque “el médico sabe que el paciente se va a exponer a un quimioterápico y, por lo tanto, tiene altas chances de desarrollar neuropatía y dolor”.
Por eso, el equipo enfocó su estudio en estrategias preventivas. “Evaluamos esquemas de administración preventivos, porque uno los puede aplicar junto con la quimioterapia y evitar el daño de los nervios y el desarrollo de dolor. Esto tendría un impacto muy grande en la calidad de vida del paciente”, afirmó Coronel. Los fármacos estudiados incluyen paclitaxel y oxaliplatino, usados en cáncer de mama y colorectal, dos de los más frecuentes en Argentina.
Sin embargo, la investigadora advirtió que la continuidad del proyecto está en riesgo debido a que “no contamos con fondos. La situación actual es bastante complicada y esperemos que se tome conciencia de la gravedad de frenar este tipo de estudios, se resuelvan y se depositen partidas que ya estaban asignadas previamente”.








