Luego de un 2024 en el que el sector metalúrgico sufrió un descenso abrupto en la caída de la actividad del 12,1%, que se replicó a nivel nacional y llevó al despido de personal, hoy comienza a notarse un leve repunte en las ventas. De hecho se espera que a fin de año aumenten aún más, teniendo en cuenta el desarrollo de inversiones de la región.
Los datos surgen de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA) y desde la Cámara Misionera de Industriales Metalúrgicos (CAMIM), además de otras voces del rubro.
El descenso, sostienen en el sector, tuvo que ver con la paralización de obras públicas, lo que generó un fuerte impacto en la actividad debido a que es la principal fuente de demanda para muchas de ellas. A ese escenario se suma el fuerte incremento de los servicios energéticos que afectaron a todos los sectores productivos.
Marcelo Bruno, gerente técnico de la empresa CAISA SRL, habló al respecto con PRIMERA EDICIÓN e indicó: “Actualmente estamos en una etapa en la que las ventas se mantienen estables por lo que se nota un leve repunte, en plena transición de acomodamiento de precios internos y costos”.
“No hay despidos, pero se realizará una calificación y capacitación más importante en la mano de obra, ya que a futuro tenemos que aumentar la productividad como en los países desarrollados y estables”, agregó en cuanto al contexto laboral.
Según graficó, esto tiene que ver con la falta de mano de obra calificada, un problema que aqueja al sector. La falta de especialización en el rubro atenta contra el futuro de una de las industrias base de la construcción. “La época de máquinas viejas y personal con baja capacitación donde se cubrían estos problemas con los márgenes de la inflación terminó”, sentenció Bruno.
En cuanto a las ventas, Miguel Kluge, presidente de la empresa COTRAMETAL, comentó que las ventas fueron mejorando de a poco en lo que va del 2025: “Hay buena expectativa de cara a fin de año ya que comenzamos a tener más pedidos. Las ventas ahora están en alza, esperamos que continúen así”, deseó.
De su lado, Robertino Lukoski, contador de Lukoski Hermanos SRL, señaló que “las ventas se están recuperando lentamente, según las variables y números que manejamos en la empresa, creemos que esto será de manera consistente”, dijo y agregó: “Teniendo en cuenta la caída en las ventas del año pasado, hoy las pequeñas mejoras que vamos notando repercute mucho en las estadísticas”.

Entre las medidas que se exploran para mejorar la situación del sector, se encuentran la búsqueda de nuevos mercados a nivel regional e internacional, el impulso a la inversión en tecnología y la capacitación del personal para mejorar la competitividad. También, la gestión de líneas de créditos con tasas preferenciales para aliviar la carga financiera de las empresas.
En coincidencia con Bruno, Silvia González, presidenta de la Cámara Misionera de Industriales Metalúrgicos, manifestó que “a futuro, quienes no inviertan en tecnología y capacitación de sus operarios no van a tener productividad ya que la época de máquinas viejas y márgenes altos amparados en la inflación se está por terminar”.
Al respecto comentó que la industria metalúrgica está en una “transición de precios” en la que se tienen que bajar los costos de producción e impuestos. “Hoy nos encontramos ante una encrucijada histórica, ya que debemos adaptarnos a la revolución tecnológica o vamos a quedar relegados”, dijo y reconoció: “Lejos de ser una amenaza, la digitalización y automatización representan una oportunidad para dar un salto cualitativo en productividad, sustentabilidad y competitividad”.
De esta manera, señaló que el sector metalmecánico “empieza a dar pasos hacia una la llamada ‘industria 4.0’”.
Esto es así debido al requerimiento de la incorporación de centros de mecanizado CNC (máquinas automatizadas controladas por software y control numérico computarizado), robótica colaborativa, sensores inteligentes y mantenimiento predictivo. “Ya no es ciencia ficción, es necesidad”, remarcó.
Si bien el panorama actual presenta desafíos significativos, existe un cauto optimismo en el sector. Los empresarios confían en que, con la implementación de estrategias adecuadas y el apoyo de los diferentes actores, la industria metalúrgica de Misiones podrá superar más rápido esta coyuntura, que al menos hoy se mantiene estable y repuntando levemente, preparándose para retomar la senda del crecimiento, generando nuevas oportunidades de empleo y contribuyendo al desarrollo económico de la provincia.
“Hoy el mundo demanda productos sustentables y certificados, y Misiones tiene el potencial para liderar esa respuesta. Pero para lograrlo, es necesario fortalecer los vínculos entre el sector industrial, las universidades y el Estado, generando polos de innovación y formación técnica de alto nivel”, cerró Silvia González, presidenta de CAMIM.





