El Ministerio de Economía de la Nación continúa siendo inflexible con respecto a los aumentos salariales que no deben superar el 1% mensual y el acuerdo que logró la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS) quedó en el ojo de la tormenta.
El incremento del 5,4% en tres tramos de abril a junio para los trabajadores de comercio podría desatar una guerra entre el Gobierno y los sindicatos. Armando Cavalieri, titular de Comercio, estaba alineado con los pedidos del presidente Javier Milei, sin embargo, luego de la paritaria indicó a Infobae que “nuestro objetivo es sostener el poder adquisitivo del salario ante una inflación que aún persiste. Este acuerdo es parte de un monitoreo constante que realizamos para proteger el ingreso de las familias trabajadoras”.
Desde el gremio, además, explicaron que la inflación de marzo se disparó al 3,7% y que los números acordados con las cámaras “no son exagerados”.
Pero, el ministro de Economía, Luis Caputo piensa diferente e insiste en que los incrementos salariales no superen el 1% mensual y la amenaza para los sindicatos que firmen por encima de ese número la no homologación de los acuerdos.
Caso por caso, en la mira de Caputo
El acuerdo firmado la semana pasada por Cavalieri y las tres cámaras del sector aún no llegó a la Secretaría de Trabajo que conduce Julio Cordero para ser analizado. Se espera que eso ocurra para conocer cuál será la decisión de la Administración de Javier Milei y que servirá para los acuerdos posteriores e incluso, aquellos que no han sido homologados.
Aunque, en la mira de Caputo también están otros acuerdos cerrados días pasados, como los casos publicados por Luis Campos, investigador del Instituto de Estudios y Formación de la CTA Autónoma, quien mencionó a modo de ejemplo que SMATA cerró un aumento salarial del 8,3% para el segundo trimestre del año y Sanidad acordó con las cámaras de laboratorios un incremento del 8,6% para el trimestre abril-junio.
En esta línea, la paritaria del Sindicato de Comercio siempre es clave porque alcanza a 1.200.000 trabajadores y sirve de referencia para otros sectores. Y, además, porque este gremio siempre se caracterizó por ser dialoguista con los empresarios y el Gobierno, pero está en alerta si no le homologan el acuerdo salarial.
Las paritarias es un tema que preocupa y unifica a todos los dirigentes gremiales. Por ejemplo, antes de la marcha por el Día del Trabajador, el cotitular de la CGT Héctor Daer (Sanidad) dijo que “no puede haber libertad de precios y paritarias pisadas”.
Es el mismo dirigente cuya paritaria del período octubre-diciembre (11,4% en tres tramos) no fue homologada porque superaba la pauta oficial y en la siguiente negociación utilizó una fórmula distinta para adaptarse al esquema de Economía: para el trimestre febrero-abril firmó por un 5,2% en tres tramos (1,9%, 1,7% y 1,6%), aunque para que ese porcentaje fuera convalidado por Trabajo no incluyó ninguna mejora en enero, con lo cual, en la práctica, esos puntos por encima de la pauta oficial quedaron compensados en el total de 7 meses.
Algo similar le pasó a la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la Argentina (UTHGRA), que lidera Luis Barrionuevo, quien ante las presiones del Gobierno, en febrero aceptó replantear su paritaria del 16% por cuatro meses a una mejora del 7,6% que regirá por un semestre. De esta forma, los incrementos que habían sido pactados por un 5% y 6% mensual bajaron del 2% en diciembre hasta llegar al 0,5% en mayo, como quería Economía.
La disputa salarial puede agravarse porque la mayoría de los sindicatos prevé reclamar la reapertura de las paritarias luego de que confirmó el 3,7% de inflación de marzo. Poco antes de que el INDEC difundiera esa cifra, incluso, la propia Secretaría de Trabajo confirmó en un relevamiento que de las 23 paritarias firmadas por los principales sindicatos para el período enero-marzo 2025, la mayoría estuvieron alineadas con la pauta que definió el Ministerio de Economía, pero sólo dos tuvieron aumentos por encima de la inflación trimestral.





