POSADAS. Al borde del colapso del sistema eléctrico provincial, la empresa Emsa decidió salir a jugarse una nueva alternativa este verano con el objetivo de alivianar el calentamiento de las viejas líneas de distribución y de los desgastados transformadores.Desde la empresa distribuyeron a las Municipalidades y otros organismos públicos con un caudal de consumo energético importante, un escrito en que se anticipa que la empresa instalará medidores para facturar por el uso de energía reactiva, “continuando así con los planes provinciales y nacionales que nos permitirán disminuir las pérdidas de energía en conductores, tanto en instalaciones privadas como públicas y también con esto ayudarnos a mejorar la calidad del servicio eléctrico”.PRIMERA EDICIÓN accedió al documento enviado, con fecha 12 de diciembre, donde se describen los planes. La nota habría sido enviada también a consumidores privados de gran escala de la prestataria.El “aviso” de Emsa indica que “los artefactos o equipos eléctricos tales como estufas, planchas, termotanques sólo consumen energía activa, (es la que se factura) pero los equipos o artefactos eléctricos con bobinas o arrollamientos, es decir aquellos que utilizan motores o balastos, por ejemplo las heladeras, lavarropas bombeadores, tubos fluorescentes, estabilizadores de tensión, etc, consumen energía activa y reactiva”.“La energía activa es la que produce el trabajo útil, por ejemplo en el caso de una heladera el frío, en tanto que la energía reactiva no se transforma en trabajo útil y sin embargo provoca una excesiva circulación de corriente eléctrica, tanto en las instalaciones propias del usuario como en las redes de distribución del sistema eléctrico provincial. Por esos motivos Emsa, en compensación por la deficiente utilización de sus instalaciones, debe facturar recargos por consumos excesivos de energía reactiva”, señala la nota enviada por empresa.Según se describe en el documento: “dicho recargo surge de la relación entre la energía reactiva y la energía activa, de este cálculo y aplicando las funciones trigonométricas correspondientes, surge el Factor de Potencia, este valor oscila entre 0 y 1, siendo el valor aceptado por normas vigentes, de 0,95, de ser inferior a este valor conllevará un ‘recargo por bajo Factor de Potencia’, es decir que cuando mayor sea el consumo de energía reactiva, menor será el Factor de Potencia, en consecuencia el recargo por este concepto será mayor. Por ejemplo, si el Factor de Potencia fuera de 0,75 indica que del total de la energía que utilizó el sistema de distribución eléctrico, sólo el 75% es energía activa o útil, y el resto será equivalente al 26,6% de la sumatoria de los importes facturados correspondientes a energía, potencia y cuota de servicio”.Luego la empresa intima a los usuarios a instalar equipamiento: “Para evitar los recargos por bajo factor de potencia es necesario la instalación de capacitores, acordes al equipamiento eléctrico en uso y si correspondiera, con sus equipos auxiliares, previa consulta con profesionales matriculados del ramo eléctrico”.Finalmente señala el texto que “a partir de la instalación del medidor (que realizará la empresa) se inicia la medición y facturación de energía reactiva, con el recargo por bajo factor de potencia si correspondiere, no obstante ello y a los efectos de otorgar un lapso prudencial para la instalación de los equipos de compensación capacitiva, únicamente durante los primeros tres períodos de facturación se compensará dicho recargo con un crédito”.Datos técnicosLos capacitores sirven para optimizar el consumo, lo que hacen es aumentar el factor de potencia, es decir disminuir el desfase entre la corriente y voltaje. El consumidor recibe la misma potencia pero mejorará el rendimiento de la instalación. La potencia reactiva (y la energía reactiva) no es una potencia (energía) realmente consumida en la instalación, ya que no produce trabajo útil debido a que su valor medio es nulo. Aparece en una instalación eléctrica en la que existen bobinas o condensadores, y es necesaria para crear campos magnéticos y eléctricos en dichos componentes. Se representa por Q y se mide en voltiamperios reactivos (VAr).Lo que pretende hacer Emsa es medir la energía reactiva con el contador y si se superan ciertos valores, incluye un término de penalización por reactiva en la factura eléctrica.





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