El galgo es uno de los perros más apreciados desde las épocas de faraones y reyes asiáticos cuando se usaban para cazar. En Europa se convirtieron en símbolo de estatus, se los utilizaba para cazar liebres y luego para carreras, donde demostraron ser los perros más rápidos del mundo, solo el guepardo puede superarlo en velocidad. Hoy día existen controversias respecto a las carreras de galgos, muchas voces se pronuncian a favor de la prohibición. Comparto este extracto de una publicación del reconocido instructor canino Aldo Cecchi:
“La EXPLOTACIÓN es cuando una especie se beneficia a costa de otra que perjudica. El galgo es un perro creado para correr, dejarlo correr a campo traviesa está perfecto, pero cuando el dinero de las apuestas es el fin, el perro es explotado. Es forzado física y psicológicamente más allá de sus límites y si no cumple los objetivos del negocio pierde valor.
“En los deportes caninos el perro acompaña al humano y el beneficio es el deporte mismo. La relación es diametralmente opuesta a la de explotación que sufre el galgo sometido a carreras por apuestas. A esto llamamos simbiosis mutualista, una asociación estrecha y prolongada entre dos especies diferentes donde ambas se benefician y mejoran mutuamente de la interacción.
El interés no es económico, sino de compañerismo y a un compañero no se le explota, se le dan beneficios que satisfacen todas sus necesidades, a cambio de beneficios que satisfacen las nuestras.
Laura Kuperman
Educadora Canina.
376 4-636-551





