“Evangelii Gaudium” (EG, 2014) y “Laudate Deum” (LD, 2023) y las encíclicas “Laudato Si” (LS, 2015) y “Fratelli Tutti” (FT, 2021) fueron las exhortaciones apostólicas mediante las que el ya fallecido papa Francisco planteó su percepción global ante la agenda internacional.
Llegado desde la misma periferia, Jorge Bergoglio “deseuropeizó” a la iglesia Católica y la llevó al terreno de los territorios más humildes del concierto de naciones. Allí radica una de las explicaciones a las interminables internas que debió enfrentar durante sus doce años de papado.
Francisco entendió como pocos que las periferias no se reducen meramente a lo geográfico, sino que son además existenciales, que son al mismo tiempo una forma de interpretar el contexto y se dejan percibir entre los excluidos socioeconómicos, religiosos, étnicos, sexuales y demás.
Francisco fue la mirada geopolítica de Bergoglio, un hombre de la periferia al que pusieron al frente durante una era de crisis.





